Fuerte polémica se desató en Córdoba cuando vecinos de un barrio acomodado decidieron “registrar” a quienes vayan a hacer trabajos en el barrio –albañiles, jardineros, incluso custodios– a fin de prevenir delitos. La titular del Inadi cordobés sostuvo que “para ellos, los pobres son peligrosos” y que “utilizan un estereotipo que equipara sectores sociales con grupos de delincuentes”. Según la presidenta del centro vecinal del barrio de Urca, en la capital cordobesa, donde se impulsó la medida, “no entiendo por qué nos tachan de discriminadores: me parece normal que uno tenga los datos de la persona que contrata. Si alguien tomó pintores y después le entraron ladrones, puede querer comunicar a la policía quiénes, por haber estado en la casa, sabían qué cosas eran atractivas para ser robadas”. Como resultado de la polémica, la palabra Urca se convirtió en una de las más citadas ayer en Twitter.

“La idea es que se le pida una fotocopia de documento, domicilio y teléfono de los trabajadores que vayan a su casa, y el centro vecinal se encargará de sistematizar los datos para la policía”, había señalado María Angélica Zarazaga, presidenta del centro vecinal de los barrios Urca y Ampliación Urca, al norte de la capital provincial. Pero la iniciativa generó fuertes críticas en la sociedad cordobesa.

“Es el miedo al desconocido. Hay un estereotipo que iguala el pobre con la delincuencia”, sostuvo Adriana Domínguez, titular de la delegación Córdoba del Inadi. “Por de pronto –observó–, si todo el personal está, como corresponde, registrado ante la AFIP, entonces ya están consignados todos sus datos. Pero sucede que, en sectores de clase media alta como los que habitan esos barrios, el personal suele desempeñarse en situación de precariedad y entonces el vecino no conoce los datos de las personas que van a trabajar a su casa.”

Por su parte, Gustavo Pedroca, secretario general de Suvico (Sindicato Unico de Vigilancia y Seguridad de Córdoba), advirtió que “no se puede combatir la inseguridad con medidas que están fuera de la ley. Hablan de crear un padrón de trabajadores siendo que, por lo menos en algunos casos, ellos mismos son culpables de que estén precarizados”.

En este marco, el vecindario adquirió una inesperada notoriedad nacional, ya que la palabra Urca se convirtió en uno de los diez temas más comentados en Twitter en la Argentina.

En la tarde de ayer, la presidenta Zarazaga aclaró que “sólo fue una recomendación entre los mismos vecinos para que, si alguno va a tomar un empleado para una tarea dentro de la casa, tome el recaudo de pedirle sus datos personales. Sucede que en noviembre y diciembre se incrementaron los asaltos, arrebatos, robos a mano armada. Lo más grave fue el asalto a un matrimonio de más de 80 años: los amordazaron, los ataron y se llevaron todo lo que pudieron. Entonces, convocamos a una asamblea en la que participaron también representantes de la policía: acordamos en aumentar la cantidad de móviles y efectivos en el barrio. Algunos vecinos plantearon la cuestión de los guardias que hacen vigilancia particular y pueden ser ‘dateros’, informantes de delincuentes. Entonces, se sugirió que cada grupo de vecinos que contrate servicios de guardia tome los datos personales de la persona que presta vigilancia”.

“No entiendo por qué se generó tanto alboroto y nos tacharon de discriminadores –aseguró Zarazaga–. Me parece normal que, si uno toma un empleado, tenga los datos de la persona que contrata. Si alguien tomó un pintor y después le entraron ladrones, puede comunicar a la policía quiénes estuvieron en la casa, ya que pueden haber conocido el movimiento o las cosas atractivas para ser robadas. Y el centro vecinal puede hacer de nexo, ya que estamos en permanente contacto con la policía.”

Desde el Inadi, sin embargo, Adriana Domínguez advirtió que “si un chico escucha en su casa que los albañiles son peligrosos, cuando vea a niños humildes reaccionará con la misma actitud discriminatoria” y afirmó que “hoy discriminan a los albañiles, los agentes de seguridad, el personal doméstico: mañana discriminarán a la obesidad, a la diversidad sexual o a todo lo que no sea como ellos creen que se debe ser”.