Viernes, 27 de enero de 2012 | Hoy
SOCIEDAD › MILES DE PERSONAS MARCHARON EN LA RIOJA CONTRA EL EMPRENDIMIENTO MINERO DE LA EMPRESA CANADIENSE
La multitud casi llenó la plaza 25 de Mayo, frente a la Casa de Gobierno. Hubo manifestantes de distintas regiones de la provincia. El reclamo central fue que el gobernador Beder Herrera deje sin efecto el convenio con la empresa Osisko.
Por Carlos Rodríguez
Desde La Rioja
Una multitud que prácticamente llenó la plaza 25 de Mayo, ubicada frente a la Casa de Gobierno de esta ciudad, se manifestó ayer en forma pacífica en contra del proyecto provincial de llevar adelante un emprendimiento minero en busca de oro en el cerro Famatina, que sigue copado por los asambleístas de esa localidad y de Chilecito, que impiden el ingreso de las cuadrillas de exploración de la firma canadiense Osisko Mining Corporation. Sobre un escenario montado en la esquina de Buenos Aires y San Nicolás de Bari, de espaldas al Obispado y en el ángulo del paseo público más cercano a la Casa de Gobierno, la representante de la Asamblea de La Rioja capital, Lucía Avila, dijo que los vecinos movilizados quieren “que el gobernador (Luis Beder Herrera) deje sin efecto el convenio con Osisko para explotar el cerro Famatina y si no lo hace, que presente la renuncia” al cargo.
La manifestación comenzó cerca de las 18 y se prolongó hasta pasadas las once de la noche. “No a la megaminería y sí al agua, a la tierra, al trabajo y a la justicia”, fue el lema que predominó en el encuentro, que comenzó cuando un grupo de jóvenes, vestidas con mallas enterizas de color negro, bailaron al ritmo de un rap que, como casi todas las canciones que se escucharon, estaba dedicado al tema central de la convocatoria. “Nuestras aguas y ríos nacen en las montañas del Famatina”, “Si falta agua pura es porque sobra minería contaminante”, “Somos agua, somos vida”, “La codicia del oro nos dejará sin agua”, era lo que decían pancartas, banderas y carteles levantados por los manifestantes. La consigna más popular, como siempre, fue la que reza: “El Famatina no se toca”.
En forma permanente, desde el escenario, se recomendaba a los asistentes: “Esta es una manifestación pacífica, no queremos que rompan nada y queremos que todos los residuos que produzcamos, los arrojemos en los cestos. Esto también es defender el medio ambiente”.
Lucía Avila, en diálogo con Página/12, dijo que no sólo se oponen al proyecto de Osisko, sino también “a la amenaza de muerte del uranio, en las exploraciones que se están haciendo en el norte, sur, este y oeste de la capital de la provincia, en un radio de 70 kilómetros, a cargo de la firma Diositex, que fue expulsada de la provincia de Mendoza por ser contaminante y que ahora tiene su base en Córdoba”. Para justificar la oposición de los vecinos al proyecto del Famatina, puso como ejemplo “lo que ha ocurrido en los últimos quince años en Catamarca, en la mina a cielo abierto de La Alumbrera, donde sólo quedó la contaminación porque los beneficios no fueron recibidos nunca por ningún ciudadano”.
Avila dijo que querían “intervenciones claras y concretas de diputados, intendentes y concejales. Esto significa que en cada una de sus áreas realicen defensas concretas de su territorio, impidiendo que llegue la megaminería transnacional”. Por último hizo un llamado a todos los argentinos: “Si la sociedad pudo repudiar el genocidio de la dictadura militar, también está en condiciones de detener el genocidio de la megaminería, porque dejar sin agua a toda una comunidad es también un genocidio que hay que rechazar”.
El acto fue promocionado previamente con carteles que decían: “Marcha y festival a cielo abierto en defensa del Famatina”. Una de las canciones más escuchadas fue la que interpretaron, sobre el cierre y en vivo, los integrantes del grupo La Pacota, liderado por Monchi Navarro, nieto del compositor y cantante folklórico Ramón Navarro. Asistieron delegaciones de Chilecito, Famatina, Sanagasta, Campanas, Olta, que levantaron pancartas y banderas con leyendas tales como: “Agua sí, oro no”, “La convicción y la dignidad no se venden”, “Sí al turismo, no a la explotación minera a cielo abierto”. También llegaron representantes de la asamblea de Andalgalá y hasta un grupo que vino desde la ciudad bonaerense de Pergamino. Se levantaron banderas de la Federación Universitaria, del Sindicato Textil y de la CTA.
Gonzalo Strano, de la Unidad de Campañas de Greenpeace, también presente en la manifestación, le dijo a este diario que ellos se oponen a la megaminería porque “su nivel de contaminación es terrible mientras se desarrolla el procedimiento, pero es muchísimo más peligroso cuando la mina se cierra. Los efectos duran siglos y hay ejemplos en numerosos países de Europa, en Surinam y sobre todo en los Estados Unidos, donde quedaron expuestos los procesos contaminantes de unos 500 mil emprendimientos a lo largo del país”. Strano precisó, en ese sentido, que las autoridades norteamericanas “evaluaron que se necesitarían 70 mil millones de dólares para enfrentar ese problema”.
En un comunicado, la organización ambientalista sostuvo que se sumó a la protesta “para exigir al gobernador Luis Beder Herrera que desista de llevar adelante el contrato firmado” con Osisko. Al mismo tiempo, la institución reclamó “el urgente desprocesamiento de los vecinos que fueron imputados por reclamar de manera pacífica su derecho a un ambiente sano”. Strano elogió el discurso de Cristina Kirchner defendiendo los derechos argentinos en las islas Malvinas, pero al mismo tiempo solicitó que “el gobierno nacional deje de lado las actividades extractivas como modelo de desarrollo del gobierno nacional, porque fueron aprobados cientos de proyectos para sacar de nuestra cordillera oro, plata y otros minerales que dejarán enormes pasivos ambientales”. Reiteró su pedido de que se prohíba “la minería de oro y plata con lixiviación de cianuro, ya que es una práctica no sustentable e intrínsecamente peligrosa”, según el informe de Greenpeace “No todo lo que brilla es oro”, difundido en 2003.
Una vez finalizado el festival, llamado “Arte a cielo abierto”, los miles de asistentes dieron varias vueltas en torno de la plaza principal, frente a la gobernación, encabezados por bailarinas, músicos y el titiritero Hernán Jiménez, quien se destacaba del resto por llevar sobre sus hombros un enorme muñeco con rastas y nariz de payaso, en cuya camisa llevaba el lema de todos los participantes: “El Famatina no se toca”.
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