SOCIEDAD
Una muñeca para la Recoleta, que mide 26 metros y pesa 5000 kilos
La descomunal escultura de Minujin bate todos los records de tamaño en la ciudad. Estará por unos meses junto al centro de diseño de la Recoleta, a fin de llamar la atención del público.
La enorme mujer está despedazada. Sus brazos, sus piernas, su torso se esparcen a lo largo de las baldosas del Buenos Aires Design. Ahí nomás, después de una larga fila de restaurantes, los vecinos pueden toparse con MIC 2, una obra de Marta Minujin. Lo que la diferencia de cualquier otra escultura porteña es su descomunal tamaño: la figura tiene 26 metros de altura –aunque por ahora está acostada– y pesará, cuando esté completa, cerca de 5000 kilos. En la noche de ayer fue inaugurada oficialmente en medio de una puesta de láser, música y fuegos artificiales. En la Recoleta, la escultura es una apuesta para el relanzamiento de los locales ante un público esquivo en tiempos de crisis. Y no hay duda de que va a llamar la atención, al menos por una cuestión de tamaño.
“No es una escultura, en realidad es un verdadero monumento.” Así la presentó su autora, Marta Minujin, mientras indicaba al grupo de soldadores cómo levantar el gigantesco pie que yacía de costado. “Lo quiero parado, vamos, no pesa nada, yo lo levanté”, arengaba a los obreros. La idea de MIC 2 (Mujer-Intelecto-Consumismo-2000) nació hace ocho años. Es, según Minujin, la representación de la mujer del segundo milenio.
Hasta ahora la muñeca lleva 200.000 puntos de soldadura, pero llegará a los 400.000 cuando esté lista para su happening. Para la ocasión aún faltan tres meses y mientras tanto estará desplegada en el centro de diseño porteño, donde la artista trabajará durante el día hasta finalizarla.
Una vez que sus barras de hierro resulten soldadas y esté recubierta con un metal desplegable de acero, será el turno de la gente que podrá “vestirla”. Hasta la cintura, la peculiar escultura tendrá envases plásticos con mensajes del público en su interior. Los visitantes podrán votar en la elección de la mujer y el hombre del siglo, a través de una computadora que se instalará en su base. De la mitad para abajo, llevará diversos objetos de consumo obsequiados por los locales del Buenos Aires Design y la cadena de shoppings a la que pertenece.
“Es arte en proceso, porque la gente puede ver en vivo lo que Marta va haciendo”, sostuvo Marta Bril, directora de Asuntos Culturales y Corporativos del centro. Los curiosos que daban vueltas por ahí no podían menos que pararse un segundo a observar la mole de hierro tirada en medio del patio, frente a la recova que alberga los distintos negocios. “Minujin está loca como siempre, pero lo que hace es interesante”, opinó un señor de traje. Una mujer que pasaba con sus dos hijos les comentaba de qué se trataba la escultura. “Siempre hace cosas muy raras”, dijo, mientras el nene preguntaba por qué la estatua no tenía cabeza.
En realidad, a la MIC 2 todavía le falta mucho. Para empezar, la cabeza, que llevará el rostro de su creadora. Su cuerpo se rellenará con estopa para encenderla en forma simbólica durante 5 minutos. “Marta la dejará en algún lugar con vista al Río de la Plata como un icono de la ciudad”, sostuvo Bril. Según explicó la autora, la obra será donada a la Ciudad de Buenos Aires, “para que pueda ser visitada públicamente en Puerto Madero”. Minujin sueña también en convertirla en algo así como una Estatua de la Libertad porteña, emplazada sobre el río. Sin embargo, ayer el Gobierno porteño no tenía noticias de semejante proyecto.
Una turista peruana disparaba por la tarde su cámara de fotos sobre la gigantesca muñeca. Es que, aún recostada y destripada, la MIC 2 no lograba pasar inadvertida.