“No hablés más, callate la boca. La próxima te matamos”, fue la amenaza que el juez en lo criminal de La Matanza, Alfredo Drocchi, dijo haber recibido de dos delincuentes que lo asaltaban el martes por la noche, cuando volvía de un programa de televisión en el que habló del caso Candela. El juez había mencionado la muerte de Roberto Aníbal, ex testigo del caso, como “un atentado”. Aníbal falleció el 24 de abril pasado tras una explosión en su casa por una fuga de gas, en apariencia accidental. Según relató, mientras llegaba en el auto de un amigo a su casa, en Morón, los agresores le robaron algunas pertenencias y lo amenazaron luego. Un vecino de su cuadra le informó que “una hora antes había dos hombres en moto haciendo inteligencia”, por lo que el magistrado descartó que fuera un hecho “al voleo”. Drocchi sostiene que el caso de la niña Candela Rodríguez no se resolvió “por la connivencia entre un sector de la policía y del Poder Judicial que son resabios de la dictadura”. Drocchi dijo que antes de que se escaparan alcanzó a tomar el número de patente del Gol Trend en el que se movilizaban los delincuentes y que, según le informaron fuentes de la investigación, tenía pedido de secuestro luego de haber sido robado el 27 de abril a una cuadra de su casa. “Voy a ir a lo más alto del gobierno nacional para pedir su intervención”, afirmó.