Después de las 24 horas previstas, las comunidades originarias levantaron la vigilia que mantenían en Plaza de Mayo, donde reclamaron ser recibidas por la presidenta Cristina Kirchner. El Gobierno prometió una respuesta a sus reclamos en un plazo no mayor de 20 días. Mientras tanto, los representantes indígenas realizarán una protesta cada miércoles en ese mismo lugar y en otras ciudades del interior del país.

Los representantes de las comunidades fueron acompañados por dirigentes de organizaciones de derechos humanos y legisladores nacionales. El jueves se instalaron en la Plaza luego de tres días de deliberaciones en Formosa, donde se celebró la Cumbre Nacional de Pueblos Indígenas.

La vigilia reunió a una cuarentena de integrantes de la Cumbre Nacional de Pueblos y Organizaciones Indígenas de Argentina. “Los pueblos indígenas ya no queremos sobrevivir, queremos vivir dignamente y queremos que el Estado respalde nuestro reclamo”, aseguró el líder de los qom, Félix Díaz, quien fue elegido entre los indígenas manifestantes como representante para elevar las peticiones de este colectivo al Ejecutivo.

Estas reclamos incluyen el respeto a los límites de sus tierras, el acceso a la educación y la protección ante las agresiones violentas que vienen sufriendo en los últimos tiempos. “Nos matan, nos discriminan y nos castigan –denunció Díaz–, al no ser escuchados por el Estado.”

El líder qom denunció la falta de agua potable y de tratamientos sanitarios que provocaron muertes por tuberculosis. Félix Díaz exigió al Ejecutivo que se atiendan sus peticiones de diálogo y aseguró que no quiere que se los vista con los colores de ningún partido político ni como fuerza opositora, sino que se les trate sólo “como indígenas”.

Con los representantes originarios se encontraban además miembros de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) y de organizaciones como las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y el Servicio Paz y Justicia (Serpaj). El Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel señaló que “hay una decisión política de no resolver el problema de los pueblos originarios”, aseguró. “Acá no puede haber ciudadanos de primera y de segunda. Cuando la Presidenta habla de que gobierna para 40 millones de argentinos, no sé si los pueblos originarios están comprendidos en ellos”, agregó.

Por parte de la APDH, Pablo Pimentel expresó su apoyo a los pueblos indígenas y dijo: “Félix Díaz y los demás compañeros lo único que necesitan es la tierra para vivir”. Nora Cortiñas solicitó a la presidenta, Cristina Kirchner, en nombre de las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora la apertura de las puertas de la sede del Gobierno a los miembros de estas comunidades que quieren reclamar “lo que es suyo”.

La concentración en la Plaza de Mayo fue precedida por un encuentro indígena organizado en la provincia de Formosa, en el que se citaron en torno de 400 representantes de los distintos pueblos.