El padre Luis Farinello, que se recupera de un accidente cerebrovascular, fue asaltado por segunda vez en quince días en su casa de Bosques, en el partido de Florencio Varela, por dos jóvenes que se llevaron una cadena de oro y una campera. “Dejate de joder, sos mi hermano”, le dijo el sacerdote a uno de los delincuentes. Farinello contó que los ladrones lo reconocieron, adjudicó este tipo de hechos a la “maldita droga” y contó que trató de aconsejarlos. En ese sentido, le dijo a uno de los delincuentes: “Por favor, no seas tonto. Dejate de joder, no te equivoques, sos mi hermano”. El religioso no fue lastimado en ninguno de los dos episodios porque “se trataron de simples robos de algunas pertenencias de valor”.