La niña Kiara Romero, de 18 meses, a quien su madre buscaba desde el viernes por la tarde, cuando la dejó al cuidado de una amiga, en San Nicolás, fue hallada en el pueblo de Deán Funes, provincia de Córdoba. Había llegado allí llevada por un hombre que dijo ser el padre de la chiquita, adujo llamarse Marcelo Lemos y es apodado El Tucumano. Así también llaman al limpiavidrios a quien la Policía Bonaerense buscaba como sospechoso por la desaparición de la niña. Kiara y Lemos habían sido recogidos por una familia de Deán Funes, luego de que un hombre los viera haciendo dedo a la vera de la ruta, supuestamente para llegar a Tucumán, donde, dijo Lemos, dejaría a la pequeña al cuidado de su abuela. La chica estaba en buen estado y anoche permanecía en el Hogar Estrella de Belén, donde fue revisada por médicos y se recuperaba de un cuadro de estrés. El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, informó que las huellas digitales tomadas a la niña coincidieron en el cotejo con las registradas en la base de datos digital del nuevo DNI de recién nacidos, por lo que no quedan dudas sobre su identidad. Lemos y otras tres personas permanecen detenidos, acusados por sustracción de menor de edad.

Pasado el mediodía, el fiscal de San Nicolás, Ariel Tempo, y el de Deán Funes, Eduardo Gómez, confirmaron que la niña hallada en el pueblo era la buscada desde el fin de semana. Los Jara, una familia del lugar, habían dado albergue a un hombre, que resultó ser Lemos, y la niña, a quien presentó como su hija. Carlos, uno de los integrantes de la familia, los había encontrado el fin de semana haciendo dedo a la vera de la ruta, porque, explicó Lemos entonces, debían llegar a Tucumán. “Le daba lástima la niña y además lo conocía (a Lemos) y ya lo había alojado” en otras oportunidades, explicó el padre de Carlos, quien terminó por ofrecerles alojamiento y algo de comer. Carlos explicó que “el hombre aseguraba que Kiara era su hija y que se iba a Tucumán para llevarle la nena a su mamá”. Pero ayer por la mañana, al ver el noticiero, “descubrí que era la nena secuestrada”, relató. Poco después, los Jara llamaron a la policía de Córdoba, que buscó a la niña y a Lemos y los llevó a la fiscalía de Deán Funes. Allí, la pequeña se reconoció a sí misma en las fotografías mostradas en la televisión. Al llegar a la fiscalía, Kiara estaba “bien vestida y sin rasgos de maltrato o descuido”, dijeron fuentes de la fiscalía, luego de que un médico policial revisara a la niña.

La madre de Kiara, una vez que supo del hallazgo de la nena, dijo que se arrepintió de haber dejado a su hija al cuidado de Carla Berlinger, sólo porque era conocida de su familia. “No imagino por qué se la dio a esos pibes, que estaban tomados y drogados”, dijo la joven, de 15 años, en relación con dos limpiavidrios amigos de Berlinger en cuya compañía vecinos de San Nicolás declararon haber visto a la niña, a bordo de un remís, el viernes por la tarde.

El fiscal Tempo, que lleva adelante la investigación, ayer no compartió hipótesis sobre por qué Lemos, a quien tomará declaración indagatoria, se llevó a la niña. De todos modos, el funcionario judicial aseguró que descartó, por los testimonios ya recibidos, que Lemos haya intentado vender a la nena.

Kiara Romero había desaparecido de San Nicolás el viernes por la tarde. Desde que su madre presentó la denuncia, más de 400 efectivos de distintas reparticiones de la policía de la provincia de Buenos Aires, dos helicópteros y equipos especializados en búsqueda de personas se dedicaron a buscar a la nena en zonas ribereñas y descampados.