Un accidente en la autopista 25 de Mayo terminó en dos muertes y un nacimiento. Un camión que no frenó chocó a otro en la zona de las cabinas del peaje y provocó un choque en cadena en el que murieron dos personas y otras doce resultaron heridas. Mientras se hacían las tareas de rescate, que incluyeron a dos helicópteros, la autopista se convirtió en un gran embotellamiento. En él quedó atrapada una camioneta donde iba una mujer embarazada que nunca pudo llegar al hospital adonde se dirigía a dar a luz. Y el parto ocurrió allí mismo, con la asistencia de bomberos y policías.

El hecho ocurrió a las 10 a la altura del peaje de Dellepiane, mano a provincia, e involucró al menos a cuatro camiones y una camioneta Kangoo, que fue aplastada por los vehículos de mayor porte, lo que produjo la muerte en el acto de dos de sus ocupantes. Las víctimas mortales eran dos trabajadores de Autopistas Urbanas (AUSA), la concesionaria de la autopista porteña, que se desplazaban en la Kangoo con otros dos compañeros.

El director del SAME, Alberto Crescenti, dijo que doce personas fueron trasladas a los hospitales Santojanni y Piñero, de la ciudad de Buenos Aires, con politraumatismos y heridas cortantes. Dos de los heridos fueron llevados en dos helicópteros dispuestos en el marco del operativo de asistencia médica en la zona del accidente, que provocó demoras en el tránsito vehicular. Los otros heridos, en tanto, fueron trasladados en ambulancias.

Testigos del hecho manifestaron que el accidente se habría producido porque uno de los camiones habría tenido un desperfecto técnico con los frenos y por eso embistió a otro en la zona del peaje. El impacto brusco, a su vez, provocó el choque de otros dos camiones que seguían en la fila, uno de ellos con un furgón que aplastó a la camioneta Kangoo. El utilitario quedó destruido en forma total y Crescenti manifestó que con dos de sus ocupantes “no se pudo hacer nada porque murieron en el acto”.

En la zona del accidente trabajaron bomberos, policías y empleados de AUSA para remover los vehículos siniestrados, mientras el tránsito en la autopista, mano a provincia, estuvo interrumpido por varias horas.

La demora en el tránsito hizo que una embarazada con trabajo de parto, que quedó varada en un automóvil en la autopista, diera a luz a una niña en el lugar. La mujer, que viajaba hacia el Hospital Argerich cuando quedó en medio del embotellamiento, dio a luz a la beba gracias a la asistencia de personal de bomberos de la Policía Federal y de Autopistas Urbanas (Ausa), minutos antes de las 13.

“Lo primero que se asomó fue un piecito, porque la beba venía dada vuelta; me tuve que arrodillar para poder rotarla cada vez que la mamá pujaba, hasta que pude sacar los dos piecitos, el tórax y al final la cabecita”, dijo Gastón Quintana, el bombero que intervino en el parto. Quintana, padre de cuatro hijos, relató emocionado que “luego le di la beba enseguida a Mariana, que es mamá primeriza y tiene 18 años, para que la ponga en su pecho, mientras ella lloraba y nos agradecía”.

El bombero de la Policía Federal, que horas antes había trabajado en el siniestro para sacar los cuerpos que habían quedado atrapados tras el choque, dijo que pasó “de un extremo a otro en segundos, de la muerte a este milagro”. “Había trabajado arduamente para sacar a las víctimas del impacto y después me tocó asistir en el parto. Trabajé como si fuera mi hijo el que estaba por nacer. La beba se llama Delfina Maite, está bien y es hermosa”, expresó.

Quintana remarcó que todo el personal de Bomberos está capacitado para realizar estas labores, “gracias a los cursos de capacitación que nos dan constantemente”. “Lo primero que se hace en estos casos es contener a la persona y trabajar la respiración; este parto vino complicado, pero estamos capacitados para este tipo de intervenciones”, subrayó.

La beba, llamada Delfina, se encuentra junto a su madre en buen estado de salud en el Hospital Piñero. Ivana, la empleada de Ausa que también ayudó en el parto, dijo a la prensa: “Imaginate lo que es ver morir a dos compañeros y poco tiempo después ver nacer una vida delante tuyo en el mismo lugar”. “No era día laborable para mí, pero vine y pasó todo esto. No dudé en asistir a la chica, aunque nadie nos dio indicaciones sobre cómo hacerlo. Simplemente saqué a la beba, que venía de nalga, vi que estaba bien, le limpié la carita y me fui”, detalló.

El hecho emocionó a los empleados de esa concesionaria de autopistas que horas antes tuvieron que lamentar la muerte de dos trabajadores de AUSA, cuando un camión chocó una camioneta utilitaria en la que viajaban las víctimas.