Trabajadores de un taller de costura tomaron el edificio de su lugar de trabajo, en el barrio de Parque Chacabuco, luego de que la propietaria despidiera al personal y desapareciera sin pagar los sueldos adeudados. Otro grupo de trabajadores acampa en la puerta del taller. Efectivos de Gendarmería custodian día y noche el lugar. El taller, sostienen los costureros, trabaja para importantes marcas, entre ellas, Montaigne, Cheeky, Prestige y Wilson.

En el taller, ubicado en Doblas y Zañartú, trabajaban unos 80 costureros, en su mayoría extranjeros. “Desde mediados de año, cuando AFIP hizo una inspección, nos blanquearon, pero nos dan recibo por media jornada y trabajamos diez horas”, denuncia ante Página/12 Jiohovana, una de las trabajadoras, de nacionalidad boliviana, que tiene 29 años y dos pequeños hijos.

El jueves, denuncian los trabajadores, fueron despedidos 40 costureros. “Cuando le reclamamos a la dueña el pago de los sueldos atrasados, ya que nos debía como dos meses, nos prometió que el lunes se ponía al día. Pero cuando llegamos el lunes estaba cerrado”, relató la operaria. Por eso decidieron tomar el lugar y acampar en la puerta.

Lourdes, otra trabajadora, contó que “la gran mayoría de los trabajadoras son bolivianas, algunas peruanas y poquitas argentinas”. “No todas teníamos el mismo sueldo, porque nos pagaban por hora, y depende las prendas que hacíamos el valor de la hora oscilaba entre 18 y 20 pesos, pero en octubre empezó a haber problemas con el pago de los sueldos”, explicó. Lourdes relató que “ahí mismo hicimos una asamblea y decidimos tomar el taller, pero al entrar no encontramos nada, ni las máquinas, ni las telas, y hablando con los vecinos nos enteramos que durante el fin de semana se habían llevado todo”. “Ahora nosotros tenemos un abogado y el lunes iremos a una audiencia en la Subsecretaría de Trabajo porteña, pero la única que nos queda si queremos seguir viviendo de esto es formar una cooperativa.”

En tanto, ayer la AFIP realizó una inspección en un taller textil de Floresta donde se detectaron 11 trabajadores que eran víctimas del delito de trata de personas. Como resultado de las pesquisas, la Justicia ordenó la detención del encargado del taller y el rescate de las víctimas.