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La Justicia santafesina duda de la hipótesis policial que atribuye el crimen de Leonardo Bassi –hermano de un hombre sospechado de participar en el narcotráfico– a las consecuencias de un robo. Bassi fue ejecutado horas después de Año Nuevo en la remisería donde trabajaba, en Villa Gobernador Gálvez. Su hermano es Luis “Pollo” Bassi, detenido y acusado como instigador de la muerte de Pájaro Cantero, líder de la temible banda Los Monos. Ayer le negaron un permiso para asistir al sepelio de su familiar asesinado.

El crimen de Bassi se sumó a la ola de violencia que aflige a Rosario y alrededores, aparente consecuencia de la guerra entre bandas de narcotraficantes. El domingo había sido ejecutado el empresario Luis Medina, un hombre que estaba investigado por su vinculación con el tráfico de drogas y también con el ataque al gobernador Antonio Bonfatti. En el mismo hecho fue asesinada la mujer que lo acompañaba. Una de las hipótesis con más fuerza hasta el momento es que el homicidio podría tener relación con una deuda de Medina, en Buenos Aires, de cerca de un millón de dólares.

En este caso, la intervención de un funcionario político extrajudicial sobre la computadora personal de Medina causó tanto revuelo que obligó a dos ministros a salir al cruce de las acusaciones vertidas desde la oposición y negar que se haya manipulado ese elemento de prueba sobre la investigación del crimen de un personaje que estaba señalado como uno de los principales narcotraficantes de la ciudad. El titular de Gobierno y Reforma del Estado, Rubén Galassi, afirmó que la entrega de la notebook a un técnico de su ministerio se hizo “cumpliendo en todo momento directivas del Poder Judicial”. Y su par de Justicia y Derechos Humanos, Juan Lewis, consideró “temerario arrojar sospechas de manera infundada y sin ninguna prueba”.

En cuanto a la investigación del crimen de Bassi, se espera la declaración judicial del remisero herido que estaba junto a la víctima fatal. Ese hombre habría dicho a la policía que el tiroteo fue consecuencia de un intento de robo. Pero los agresores no se llevaron nada del local. Por eso, en la Justicia relativizaron esa versión.