Un avión de la empresa Delta Air Lines, que intentaba aterrizar en Ezeiza durante la tormenta que azotó el área metropolitana en la mañana de ayer, sufrió un desperfecto técnico tras romper un ala y debió volar de emergencia hasta Montevideo, por causas que aún se investigan. La Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) aseguró que la aeronave “no presentaba ninguna falla” al llegar a Buenos Aires y que el piloto decidió desviarse a Uruguay, sin intentar aterrizar, debido a las condiciones de “pista mojada y vientos cruzados”. Mientras tanto, los pasajeros indicaron que la rotura se produjo antes de intentar hacer pista en suelo argentino.

El vuelo DL101 había salido de Atlanta, Estados Unidos, a las 18.42 y tenía que aterrizar en Ezeiza a las 7.30. “Cuando pidió pista esta mañana para aterrizar, se le informó al piloto que la pista estaba mojada y que había vientos cruzados”, detalló el organismo. En ese caso, “el piloto puede decidir aterrizar igual o desviarse hacia otro aeropuerto, que fue la opción que tomó el comandante”.

Asimismo, el ANAC indicó que el piloto no informó sobre ninguna falla al momento de llegar a Ezeiza. “Se supone que si tiene un ala rota debe avisar. Si hubiera habido alguna falla, nos habríamos enterado al instante para desplegar el sistema de emergencia”, precisaron, a la vez que consideraron que la rotura debe haber “ocurrido en el trayecto Buenos Aires-Montevideo por efectos del clima, pero no ocurrió en Ezeiza ni en un intento de aterrizaje porque hoy hubo operaciones normales”.

Por su parte, los pasajeros del avión manifestaron que el desperfecto en el ala tuvo lugar cuando arribaban a Buenos Aires. “Cuando estábamos por aterrizar, se veían a lo lejos nubes muy grises y entramos en una turbulencia que hizo que el avión se empezara a sacudir. En el momento en que salió de la nube gris, los pasajeros sentados en la salida de emergencia le mostraron a una azafata que estaba desprendida una parte del ala”, relató Florencia, una de las pasajeras.

En tanto, la empresa investiga si el hecho se produjo a raíz de maniobras del piloto o por descuido de la torre de control, al subestimar las condiciones meteorológicas en el aeropuerto de Ezeiza al momento de aterrizar.