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El subcomisario José Hernández, quien tras dirigir la División Antisecuestros de Lomas de Zamora, ahora se encuentra detenido acusado, paradójicamente, de haber mantenido secuestrado a un hombre en la propia seccional que manejaba, declaró ayer ante durante tres horas ante el fiscal del caso. Tras varios días prófugo, Hernández se declaró inocente y dijo que estuvo huyendo de la Justicia por temor a que lo mataran al entregarse. “Además declaró que su detención es producto de una interna político-policial que le tendió una cama”, explicó su abogado defensor, Antonio Solivaret. Por otro lado, el suboficial Osvaldo Lorenzón, el último prófugo vinculado con la causa, fue detenido ayer por la tarde en la localidad bonaerense de Florencio Varela.
Tras permanecer prófugo por más de un mes, el subcomisario Hernández prestó declaración indagatoria durante más de tres horas frente al fiscal Ricardo Bruzzone y, pese a no haber dado nombres, vinculó su detención con una supuesta interna política-policial que buscaba perjudicarlo. “Soy inocente”, dijo antes de justificar su prolongada fuga en su temor por ser asesinado a manos de sus captores.
En cuanto a su vínculo con Alejandro Gómez, el comerciante que denunció haber sido secuestrado en la División de Delitos Complejos, Hernández aseguró no conocerlo y aseguró que el 17 de marzo pasado, el día del supuesto secuestro, él estuvo junto al oficial principal Daniel Cayo –también preso–, trabajando en el lugar en el marco de una causa federal.
Según la investigación, ese día, el grupo operativo que respondía al mando de Hernández secuestró a punta de pistola en su domicilio a Gómez, quien tenía causas por comercialización de drogas y gozaba de libertad condicional.
Una vez con el hombre en su poder, los policías lo llevaron a un calabozo de la dependencia policial donde trabajaban y tras un día de cautiverio lo liberaron luego de que, de acuerdo con lo relatado por fuentes judiciales, pagara un rescate de 48 mil pesos y traspasara a los policías la tenencia de un auto Chrysler Neón de su propiedad. “Si no pagaba, lo amenazaban con armarle una causa y con el cese de su libertad”, agregaron las fuentes.
Si bien, de acuerdo con el expediente, Hernández y Cayo –su jefe de operaciones–, no habrían sido los autores materiales del secuestro, ninguna persona vinculada con la investigación cree seriamente que, dada su función en la dependencia, no estuvieran al tanto de lo que hacían por lo bajo sus subordinados Tochi, Fernández y Lorenzón, los tres implicados directos en la causa, por lo que ambos altos funcionarios policiales continúan detenidos en la sede de la DDI de Lomas de Zamora a la espera del avance de las pesquisas.