Miércoles, 7 de mayo de 2014 | Hoy
SOCIEDAD › UNA ARTESANA FUE ASESINADA EN SU CASA DE VILLA GESELL
La mujer fue atacada en el fondo de su casa por alguien que no forzó la entrada ni ingresó con fines de robo. Los investigadores apuntan al círculo íntimo, ya que hay antecedentes de agresiones de familiares contra ella.
Una artesana fue asesinada de dos puñaladas en el cuello y en la cara, en el fondo de la casa, en Villa Gesell. La policía no encontró faltantes de dinero u objetos de valor ni evidencias de que alguien haya querido forzar el ingreso a la casa para robar, por lo que la principal hipótesis que manejan los investigadores es que la mujer fue atacada por alguna persona conocida que se escondió para agredirla. Las líneas de investigación también apuntan a que el atacante podría haber sido una persona cercana a la familia de la víctima. La mujer vivía con sus dos niños, su pareja y el hijo de éste, un joven con problemas psiquiátricos que, según testimonios de vecinos y familiares, tiene antecedentes de agresiones y maltratos contra la mujer.
El hecho se registró el lunes alrededor de las 19, en una vivienda ubicada en el cruce de 111 y 6, en la que Cynthia Beatriz Filippone, de 46 años, quien se dedicaba a la confección y venta de artesanías, vivía con sus dos hijos, de 9 y 5, su pareja, Daniel Hernández, de 47, y el hijo de éste, de 22.
Luego de recibir un llamado al servicio de emergencia 911, personal de la comisaría local arribó a la casa y encontró a la mujer, ya fallecida, en el suelo, rodeada por un charco de sangre, y a sus dos hijos visiblemente alterados por la situación.
De acuerdo con la reconstrucción del hecho realizada a través del relato de los niños, ellos se encontraban en el interior de la casa cuando escucharon unos gritos provenientes del exterior y, a continuación, vieron a su madre entrar corriendo desde el patio, tomándose el cuello.
Los chicos dijeron a la policía que la mujer, antes de desplomarse, alcanzó a decirle a su hijo mayor que cerrara la puerta con llave y que llamara a “Dani”, su pareja. El niño relató que llamó a su padrastro, quien a su vez se comunicó con la policía, y que en el lapso transcurrido hasta que llegaron los efectivos de la seccional local nadie intentó ingresar en la casa.
Los efectivos constataron rápidamente que nadie había forzado el ingreso al lugar ni había faltantes de dinero u objetos de valor, por lo que descartaron la hipótesis de un intento de robo y trabajaban la hipótesis de que alguien cercano al círculo íntimo de la víctima la esperó en el patio trasero de la casa con la única intención de atacarla. Según los investigadores, el agresor habría sacado provecho del lugar en que la atacó, donde “no hay visión desde la calle porque hay una ligustrina alta”.
Los peritos tanatólogos que efectuaron la autopsia de la víctima el lunes por la noche determinaron que Filippone presentaba un puntazo en la cara, a la altura de la mandíbula, y otro en el cuello que le provocó la pérdida de gran cantidad de sangre. Además, debajo de una de sus uñas, encontraron un cabello que podría habérsele adherido al intentar defenderse y que presumen podría ser del asesino.
En tanto, la policía científica realizó ayer un rastrillaje en la casa de la familia en la que no pudieron encontrar el arma utilizada para matar a la mujer. Los investigadores del caso entrevistaron a vecinos de la zona con la intención de averiguar si alguno de ellos pudo haber visto u oído algo de utilidad para la causa. También buscaban pistas en las grabaciones de las cámaras de seguridad instaladas en los alrededores. Se evaluaba la posibilidad de que se trate de una venganza por problemas personales o un intento de ataque con connotaciones sexuales.
Tanto los vecinos como el hermano de la mujer confiaron a la policía que Filippone solía mantener fuertes peleas con su hijastro, que muchas veces incluían malos tratos físicos graves. De acuerdo con los testimonios, el joven presenta problemas psiquiátricos y se encuentra medicado. Hasta el momento, las imágenes de seguridad constatan que el hijastro de la víctima se encontraba en otro lugar a la hora del ataque.
A través de familiares y allegados, los investigadores confirmaron, además, que la mujer no mantenía conflictos con otras personas, a excepción de su ex marido y padre de sus hijos, aunque el hombre vive en la ciudad entrerriana de Concordia y recién ayer viajaba desde allí hacia Villa Gesell. Al no descartarse ninguna hipótesis hasta el momento, el concubino de la mujer también está en el círculo de los investigados.
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