A menos de dos semanas del inicio de la inscripción online para los alumnos porteños, los gremios docentes denunciaron que, si bien en las escuelas habrá facilitadores que ayuden a las familias a ingresar sus datos, la asignación de las vacantes seguirá centralizada en el gobierno porteño, en lugar de estar en manos de las instituciones educativas, principal eje de los problemas desatados durante la inscripción de 2014.

La modalidad de inscripción vía web, que se implementó por primera vez para el ciclo lectivo de 2014, funciona para todos aquellos alumnos que ingresan al sistema educativo público por primera vez, sea inicio de ciclo o cambio del sistema privado al estatal. Rige para el jardín de infantes, la primaria y la secundaria.

El año pasado, la inscripción se implementó recién en noviembre. Ahora, el gobierno porteño anunció que “adelantó” para octubre la inscripción online para la matrícula de 2015. En realidad, la fecha ya estaba fijada en el calendario escolar dispuesto a principios de año, tal como informó Página/12 en su edición del 4 de marzo pasado bajo el título “La polémica que se viene ya está agendada”.

La inscripción online para el ciclo de 2015 se realizará entre el 6 y el 17 de octubre y el proceso de validación del trámite comenzará el 13 y se extenderá hasta el 31 del mismo mes; entre el 8 y el 21 de noviembre se hará el control del listado y el 24 de noviembre se publicará la lista final.

Y, efectivamente, la polémica recomenzó. “La continuidad de la inscripción online la había confirmado Carlos Regazzoni (subsecretario de Gestión Económico-Financiera del Ministerio de Educación porteño) en una reunión de comisión donde había dicho que se le habían hecho modificaciones al sistema”, indicó María Isabel Grau, secretaria de Prensa de Ademys. Y añadió: “Más allá de si esas modificaciones se hicieron o no, lo que están haciendo este año es capacitar a los directivos y el personal de las escuelas para que puedan ayudar a las familias con la inscripción, pero la distribución de las vacantes sigue centralizada”.

La gremialista explicó que “éste fue uno de los puntos más cuestionados en la inscripción pasada, ya que nosotros reclamábamos que la escuela tenga la potestad de asignar vacantes, por lo que pensamos que se van a repetir los mismos problemas”.

Por su parte, Guillermo Parodi, secretario adjunto de UTE, informó: “No hemos sido notificados de la inscripción, todo lo vamos sabiendo por los medios de comunicación, por lo que aún no hemos podido chequear si los cambios que se propusieron han sido tenidos realmente en cuenta en el sistema”. Parodi añadió que también conocía la existencia de “facilitadores” que ayudarán en las escuelas a las familias a inscribirse pero, sostuvo, si luego “el sistema distribuye mal no servirá de nada”.

“Nosotros no nos oponemos a la tecnología, siempre y cuando ésta ayude tanto a las familias como a los docentes y no sea una barrera. Cuando una familia elige la escuela para sus hijos es importante ese contacto personal con la institución porque desde allí comienza el vínculo pedagógico”, indicó el dirigente de UTE.

Familias a las que les separaron los hermanos en diferentes escuelas, chicos que no ingresaban a la escuela elegida no por falta de cupo sino porque el “sistema” los asignaba a otra por proximidad, alumnos de sala de cinco que no pasaron automáticamente a la primaria como se había planteado fueron sólo algunos de los problemas que se desataron tras el nuevo método de inscripción.

“La situación explotó en marzo y dejó al descubierto no sólo las fallas del nuevo sistema de inscripción, sino también la falta de vacantes para atender a la demanda que hay en la Ciudad. Sólo en el nivel inicial faltaron 7000 vacantes. Y la zona sur fue la más comprometida”, indicó Parodi.