Miércoles, 24 de septiembre de 2014 | Hoy
SOCIEDAD › LA DENUNCIA DE LOS PRESIDENTES LATINOAMERICANOS EN LA CUMBRE DEL CLIMA
Con matices, los presidentes del continente exigieron en la cumbre de la ONU mayor compromiso de los países centrales para frenar las desigualdades que genera el cambio climático. Maduro y Evo, los más duros. La nueva conferencia será en diciembre en Perú.
Los presidentes latinoamericanos coincidieron en la cumbre de la ONU sobre el clima en defender el accionar de la región en la lucha contra el calentamiento climático y exigir más compromiso para frenar las desigualdades que genera. “El cambio climático es un factor de profundización de las desigualdes”, resumió la presidenta chilena, Michelle Bachelet, en su discurso en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, y aseguró que “la equidad y la justicia deben ser ejes centrales” en la acción para enfrentar el problema.
En la misma sintonía, su homóloga brasileña, Dilma Rousseff, se refirió a la acumulación de desastres naturales en los últimos años, adjudicada por la mayoría de los expertos al cambio climático, y recordó que los mismos afectan mayormente a los “pobres”.
“En un mundo de injusticia ambiental, los pobres son los más vulnerables”, indicó y pidió acciones para paliar esa situación, como un mejor acceso a servicios públicos, agua potable y salud.
En una cumbre en la que el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, instó a cambiar el rumbo del planeta para lograr un acuerdo en París en 2015, América latina buscó mostrar su liderazgo más allá de las palabras. “Brasil no anuncia promesas, sino que muestra resultados. Hemos reducido la pobreza y hemos protegido el medio ambiente”, dijo Rousseff.
Como ejemplo, la mandataria brasileña señaló que “en los últimos años la deforestación en Brasil se redujo en un 79 por ciento”, y destacó que el país está cumpliendo con su compromiso de una reducción de entre “36 y 39 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2020”.
El accionar de Brasil “no se limita al Amazonas”, sostuvo Rousseff, quien explicó que su administración coopera con sus vecinos de la cuenca amazónica para “controlar y vigilar la deforestación”, y trabaja también con los países de la cuenca del Congo en Africa con el mismo objetivo.
Cada país sacó su cuaderno de deberes hechos o en curso de concreción: el colombiano Juan Manuel Santos puso sobre la mesa la estrategia de “desarrollo bajo en carbono” que impulsa su administración con ocho planes sectoriales, como transporte y minería. “El cambio climático es una realidad con la que todos los países y comunidades ya convivimos. El tiempo es apremiante”, dijo y recordó que su país viene de sufrir el “peor invierno” de su historia y que actualmente enfrenta una “dura sequía”.
Bachelet habló sobre la agenda de energía de su gobierno, que busca una “matriz limpia” y coloca a la “eficiencia” en ese sector como política de Estado.
Un documento presentado el lunes por la Comisión Económica para América Latina (Cepal) enumeró unos “200 conflictos sociales y medioambientales en territorios indígenas vinculados con la extracción minera y de hidrocarburos entre 2010 y 2013”.
Los ojos del mundo estarán puestos ahora en Perú, que en diciembre próximo organizará la siguiente conferencia negociadora de la ONU sobre clima, en la que el presidente Ollanta Humala espera que se sienten “las bases amplias y balanceadas del acuerdo universal vinculante” en París. Si bien Humala afirmó que “todos deben asumir compromisos de acción concretos”, dejó en claro que son las naciones desarrolladas las que tienen que demostrar “la responsabilidad mayor con metas más ambiciosas”.
La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) criticó con mucha dureza a los países más industrializados, a los que el venezolano Nicolás Maduro calificó de “potencias contaminadoras” que buscan aprovechar el calentamiento global para hacer aplicar su fórmula capitalista. “Quieren disfrazar las mismas fórmulas capitalistas tomando las banderas de los movimientos ambientalistas”, afirmó el mandatario venezolano e indicó que pretenden “canjear el derecho a contaminar este mundo”. “El 20 por ciento de los países más ricos del capitalismo consume el 84 por ciento de la energía del mundo”, dijo y denunció la “crisis de un modelo civilizatorio capitalista basado en patrones de consumo insostenible”.
El presidente boliviano, Evo Morales, que habló en nombre del Grupo de los 77 y China que preside su país, hizo referencia a las “dudas sobre la sinceridad y credibilidad” de algunas de las naciones del Norte, por ejemplo aquellas que no ratificaron o abandonaron el Protocolo de Kioto, como Estados Unidos y Canadá.
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