SOCIEDAD

Argentinos tentados a emigrar a una tierra de bienestar y clima hostil

El gobierno de Quebec inició una campaña en ciudades de la Argentina en busca de emigrantes a esa provincia canadiense. Apuntan a profesionales jóvenes, preferentemente casados y con hijos. Una residente cuenta lo difícil que es adaptarse al lugar.

Ahora que los argentinos no van solos, Canadá los viene a buscar. Bajo el slogan, “¡Quebec. Tierra de oportunidades!”, el Servicio de Inmigración de esa provincia canadiense lanzó una gran campaña en varias ciudades de todo el país para encontrar profesionales argentinos de entre 20 y 40 años, preferentemente casados y con hijos, que quieran emigrar y convertirse en residentes. Las sesiones informativas comenzaron a sala llena el miércoles, en un hotel de San Juan, mientras que para las cuatro charlas previstas en la Ciudad de Buenos Aires sólo quedan vacantes para la última, planificada para principios de diciembre.
La convocatoria fue anunciada en los últimos días y, aunque no tuvo mucha difusión, generó un gran movimiento entre los argentinos, especialmente en Buenos Aires, donde están a punto de agotarse los lugares disponibles para participar de las charlas informativas, detalladas en el sitio oficial del Servicio de Inmigración de Quebec en Buenos Aires (www.inmigracion-quebec.com.ar). En el resto del país las charlas se harán en Bariloche, Córdoba, Mendoza, Neuquén y Rosario, desde la semana próxima.
La búsqueda apunta a mano de obra calificada y, preferentemente, con conocimientos de francés. Es que en los últimos años, Quebec vivió un gran crecimiento económico que no se correspondió con un aumento demográfico y hoy tiene miles de puestos de trabajo sin cubrir, en especial en áreas de nuevas tecnologías. Por esto, la búsqueda emprendida por el Servicio de Inmigración beneficiará principalmente a profesionales y técnicos capacitados en electromecánica, bioquímica, diseño industrial, ingeniería informática y óptica. Entre ellos, se privilegiará a familias jóvenes, parejas de entre 20 y 40 años, preferentemente con hijos chicos.
Más allá de esta apertura de Quebec hacia América latina (la convocatoria se ampliará a Chile), su cosmopolitismo y el alto nivel de vida que ofrece, las diferencias culturales y el clima hostil no la dejan convertirse en un lugar al que cualquiera puede adaptarse. Los meses de invierno se hacen largos, con temperaturas bajo cero y días muy cortos. “Cualquiera que quiera venir tiene que saber que el oro y el moro que le van a ofrecer no va a ser su situación y que adaptarse tiene costos”, alerta Diana Ojeda, una argentina que emigró hace un año con su marido y sus tres hijos, de 9, 6 y 5 años.
Ojeda y su marido consiguieron trabajo casi de inmediato, pero se consideran privilegiados por eso: “No es tan sencillo, pero si uno consigue hacerse su lugar, el nivel de vida es incomparable y el frío no asusta, porque todo, absolutamente todo, está preparado para eso. La actividad social y cultural, la seguridad, la educación, la salud, todo es gratis y de un nivel de excelencia”, cuenta a Página/12 desde Montreal.
A pesar de que Canadá tiene desde hace años serias dificultades para captar inmigración, los trámites para conseguir papeles fueron siempre muy exigentes. Las cosas parecen haber cambiado ahora: a mediados del año pasado, el ministro de Relaciones con la Ciudadanía y la Inmigración visitó Buenos Aires y anunció que para fines de este año, su provincia esperaba recibir a 1500 argentinos.
Ahora las facilidades parecen ampliarse. Al menos eso reflejó la primera de las charlas, realizada anteanoche en la capital sanjuanina, donde la funcionaria del Servicio de Inmigración de Quebec, Marthe Lafreniere, explicó que, a los interesados les alcanzará tener un nivel “mínimo” de francés, ya que después recibirán cursos gratuitos en la Alianza Francesa. Además, para seducir aún más a su audiencia, la mujer remarcó que Quebec “es el único lugar de Canadá donde la religión oficial es el catolicismo”.
Aunque el gobierno quebequense parezca ansioso por recibir inmigración argentina, cada trámite seguirá su curso más o menos habitual y tendrá un proceso de entre 8 y 12 meses, una vez hecha la preselección del beneficiario, quien deberá pagar 200 dólares por él y 70 más por cada uno de sus acompañantes. Eso sí, una vez seleccionados, y salvo que se les encuentre antecedentes criminales o problemas extremos de salud, los beneficiados no pueden ser rechazados por el gobierno central de Canadá, ya que Quebec tiene la facultad de elegir a sus propios inmigrantes.
Producción: Paula Bistagnino.

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En Quebec, los meses de invierno se hacen largos, con temperaturas bajo cero y días muy cortos.
 
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