Un comisario inspector de la Policía Bonaerense fue perseguido durante cinco kilómetros por ocho patrulleros luego de eludir un control vehicular y fugarse violando semáforos en rojo. El oficial, que pertenece a la Jefatura Departamental de La Matanza, iba de civil y conducía su propio auto. Cuando lo detuvieron, el comisario inspector dijo que no sabía lo que hacía. Fuentes del Ministerio de Seguridad bonaerense aseguraron que, según fue comprobado, antes de empezar a huir el funcionario policial no había cometido ningún ilícito. El titular de la cartera, Alejandro Granados, dijo que el comisario inspector es “un tarado”. A última hora de ayer, informaron fuentes del área, su legajo estaba siendo estudiado por la Auditoría de Asuntos Internos del ministerio.

El comisario inspector Daniel Franco circulaba por Isidro Casanova a bordo de un Peugeot 207 que es de su propiedad. Vestía de civil. Cuando un grupo de agentes que realizaba un control vehicular le hizo señas para que se detuviera, siguió camino. Los policías comenzaron a perseguirlo mientras el comisario inspector seguía su camino. El profugado tomó por la Ruta 3 en sentido hacia González Catán, con su comitiva involuntaria detrás. Luego dobló por la ruta 21. Para entonces, ya eran ocho los patrulleros que lo perseguían.

A lo largo de cinco kilómetros la situación se mantuvo inalterable, aunque con el extra de que el comisario inspector pasó en rojo todos los semáforos que encontró en el camino. Al cabo de esa distancia, el perseguido finalmente frenó. En los audios de la persecución, que ayer trascendieron por televisión, se escucha claramente comentar a uno de los involucrados en el operativo: “Paró porque lo cortaron de frente los móviles”.

Fuentes policiales y ministeriales coincidieron en informar que el comisario inspector recién se identificó como tal cuando los agentes que lo habían interceptado bajaron armados de sus respectivos patrulleros. Franco fue demorado y luego explicó que no sabía lo que hacía. Aunque en la grabación de la frecuencia policial que trascendió los agentes que participaban de la persecución especulaban con que el vehículo transportaba alguna carga ilegal, los agentes que detuvieron a Franco aseguraron que el vehículo no tenía nada extraño o fuera de la ley. Fuentes policiales, luego, informaron que el comisario inspector no había cometido ningún delito previo. Los agentes sospechan que Franco no se detuvo simplemente porque le molestó que pretendieran identificarlo.

El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Alejandro Granados, calificó de “tarado” al comisario inspector. El funcionario también rechazó el calificativo de “maldita policía” con el que quedó identificada la fuerza de seguridad bonaerense desde hace años por los casos de gatillo fácil. “Es más la policía buena que la mala”, explicó. “¿Sabe cuántos buenos policías hay que lloran cuando cantan el Himno? Este comisario es un tarado”, dijo Granados. El ministro insistió: “No voy a aceptar que me digan” que los jóvenes que se reciben en la escuela policial “entran a la maldita policía... no entran a ninguna maldita policía”. Granados agregó que él mismo llevó adelante una depuración de la Policía Bonaerense y que desde que asumió el mando del ministerio en la fuerza “hay 300 o 400 menos” efectivos, desplazados por irregularidades.