Un chico de 13 años murió asfixiado ayer, en una playa de la localidad balnearia de Villa Gesell, al quedar atrapado en un pozo de arena que se desmoronó. El joven, que estaba de vacaciones junto a su familia, cayó dentro de un pozo que él mismo había cavado para jugar. A pesar de los intentos de resucitación de guardavidas y bañistas, falleció por un paro cardiorrespiratorio.

El hecho se produjo pasadas las 14 en un balneario céntrico de la ciudad, ubicado a la altura del paseo 110. El adolescente jugaba en una zona de playa y cavó un pozo en un médano cercano a una línea de enquinchado, lejos de la rompiente, con el objetivo de construir una “especie de gruta”, de acuerdo con los testigos.

El pozo aparentemente se desmoronó y dejó al joven atrapado en su interior hasta que fue encontrado, momentos después, por su madre. Los familiares sólo llegaron a observar sus pies que sobresalían de la arena.

Al ser descubierto, el chico fue auxiliado por guardavidas, un médico que estaba en el lugar y algunos bañistas, además de bomberos y policías, aunque las maniobras de resucitación implementadas no consiguieron que recuperara el conocimiento.

Finalmente, una ambulancia lo trasladó al Hospital Municipal, adonde ingresó con “signos vitales”, aunque a los pocos minutos falleció. En el centro de salud se estableció la muerte del adolescente por paro cardiorrespiratorio.

La víctima se encontraba de visita en Villa Gesell acompañado por su madre, una hermana de 30 años y una prima, todos provenientes de la localidad de Glew, partido bonaerense de Almirante Brown. En el hecho, caratulado como “averiguación de causas de muerte”, interviene la UFI 6 de Villa Gesell, a cargo del fiscal Eduardo Elizarraga.

En enero, Villa Gesell fue escenario de otra tragedia cuando, por las malas condiciones meteorológicas, un rayo cayó sobre la playa en el balneario Afrika, a dos cuadras del muelle de pescadores y a doce del centro de la ciudad. El impacto provocó la muerte de cuatro jóvenes y heridas a una veintena de personas.