SOCIEDAD › EL LIBRO QUE ESCRIBIERON LOS NIÑOS INDIGENAS
Son de Salta y hacen falta
Para contrarrestar la hegemonía cultural de Occidente y difundir el sentir de los pueblos originarios nació la idea del libro Te contamos de nosotros, donde los propios chicos describen sus paisajes, dan testimonio de su forma de vida, de su cultura y de su idioma. Lo presentaron el sábado último en la Biblioteca Nacional y el objetivo es que todos los niños del país sepan cómo viven, por qué luchan y cómo sueñan. El pedido al Ministerio de Educación, donde tienen una entrevista mañana, es que el Estado distribuya ejemplares en todas las escuelas y bibliotecas populares del país.
“Un libro de chicos para chicos”, es el subtítulo y la contratapa es de Eduardo Galeano: “Las culturas indígenas de Salta se dan a conocer. Sus niños se encargan de la tarea. Ellos tienen la palabra limpia y dibujan con magia. Ellos saben decir: aquí vivimos, así somos, y esto queremos contar y mostrar, para quien sepa escuchar y guste mirar. Las comunidades indígenas ignoradas, despreciadas, maltratadas, se presentan así”.
Cabellos negros, piel color tierra y sonrisas hermosas que muestran dientes muy blancos. Son los autores del libro, chicos en edad escolar. Son tímidos, al menos con este “gringo” al que ven por primera vez. En las páginas hicieron dibujos hermosos, describen las montañas y los ríos, y cuentan sus leyendas: “Tres chicas fueron al monte siguiendo un animal y se perdieron. Se hizo la noche y se subieron a dormir una a cada árbol. A la noche, un árbol se tragó a cada chica para cuidarlas por siempre. De ahí salieron el apacho –un árbol autóctono– blanco, el amarillo y rosado”, cuentan los chicos.
Mediante el escrito, trabajado en talleres durante casi dos años, también se logró que las distintas comunidades se conocieran, ya que la distancia –en algunos casos de más de doce horas de viaje– los tenía separados. “Si no nos conocemos no podemos luchar juntos y, por ejemplo, los tobas no sabían de los wichis y viceversa. El libro también es un disparador en ese sentido”, explica Soledad Romero, integrante de Cháguar, y resalta: “Donde está el conocimiento venimos a traer lo nuestro. Pretendemos sacar el velo de esa historia que nos contaron y los más chicos lo logran muy bien con sus relatos y sus dibujos; con su lenguaje nos hablan de sus deseos, sus costumbres y, a pesar de la situación de abandono, hablan de su alegría de vivir, de ser parte de un país diferente”.