En Tucumán, la situación de las zonas afectadas por las inundaciones “mejoró mucho” porque la lluvia cesó durante la jornada de ayer, aunque “todavía quedan aisladas unas 500 familias”, señaló el director de Defensa Civil de la provincia, Fernando Torres. Las aguas comenzaron a bajar en el sudeste provincial y se redujo la cantidad de personas afectadas por las inundaciones, evaluó Torres, quien detalló que la situación resulta todavía complicada “hacia el este de la ruta 157 y se calcula que quedan aisladas unas 500 familias”. De todos modos, agregó, “estamos alertas al ciento por ciento por el pronóstico que anuncia nuevas tormentas” para el fin de semana, el martes y el miércoles. En Córdoba, el pueblo de Idiazábal continúa inundado y sus 1500 habitantes siguen sin poder regresar a sus casas. Los temporales provocaron que unos mil trabajadores rurales de la provincia perdieran sus fuentes de trabajo, según un informe del Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios (Renatea). Por otra parte, en el sur de Santa Fe, aunque la zona registra una semana sin lluvia, el agua que llega desde Córdoba hizo crecer el caudal del río Carcarañá. Ayer, la crecida desbordó y afectó la Ruta 9, por lo que el tránsito fue desviado hacia la autopista Rosario-Córdoba. Por la mañana había sido cortado el tránsito también en la ruta 34, a la altura de la localidad de Lucio V. López, y se prohibió el tránsito en la ruta 10, entre Alado y Andino, la ruta 15 en Arteaga y la 9, entre Armstrong y Cabrera. Gran parte de los parajes El Indio y Villa La Rivera, donde predominan las viviendas de fin de semana, ayer estaba cubierta por agua, mientras que el agua tocó la base del fuente de ferrocarril.