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Una mujer y seis hombres fueron detenidos, acusados de integrar una banda de “piratas del asfalto” que robaba camiones en la ruta del Mercosur, tras realizar inteligencia previa sobre la mercadería que transportaban y la custodia que llevaban y con la complicidad de choferes.

Las detenciones se produjeron durante 31 allanamientos a cargo de efectivos de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Campana en zonas del sur del conurbano bonaerense y en la Ciudad de Buenos Aires, donde se secuestraron unas 20 armas, entre ellas varias escopetas, fusiles y revólveres, y una importante cantidad de mercadería que había sido denunciada como robada.

El sindicado líder de la banda fue apresado en un domicilio de la localidad bonaerense de Florencio Varela y en los otros allanamientos detuvieron a cinco acusados de ser autores de los robos de los camiones, y a una mujer a la que le atribuyen ser reducidora de la mercadería sustraída.

Las investigaciones se iniciaron hace ocho meses, con escuchas telefónicas, seguimientos y tareas de campo que permitieron identificar a los siete sospechosos de integrar la organización delictiva que operaba sobre la Ruta Nacional 9, conocida como la “ruta del Mercosur”. Se pudo comprobar que la banda había cometido al menos 10 hechos, que no elegían los camiones al azar sino que contaban con conocimiento del contenido de la mercadería que llevaban y de las características de la custodia, a través de informaciones que les proporcionaban “entregadores”.

De acuerdo al informe, el modo operativo de la banda consistía en utilizar cabinas propias y robar sólo el acoplado con la mercadería, el que montaban en sus propios camiones. Luego vendían la mercadería robada y canjeaban el acoplado por autos de alta gama.

En las escuchas se pudo saber que los delincuentes utilizaban un instrumento llamado “espada”, que pasan por el camión y así sabían dónde se encontraba ubicado el sistema satelital, el que luego inhibían con un aparato de confección casera, que fue secuestrado en uno de los allanamientos, para que no pudieran encontrar al vehículo una vez robado.

En una de las intervenciones telefónicas, uno de los delincuentes hablaba con el chofer del camión, que en este caso había sido el entregador, a quien le explicaba cómo debía comportarse cuando fuera a la policía a realizar la denuncia del robo y que, según los investigadores, era parte de la planificación elaborada por el líder de la banda para cometer los ilícitos. En otra conversación interceptada se escucha a dos delincuentes hablando sobre el contenido del camión que iban a robar y se cuentan que se trata de cuatriciclos que llevarían a la provincia de Córdoba.