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Dos tripulantes de un crucero de lujo anclado en el puerto de Buenos Aires fueron detenidos, acusados de intentar traficar más de 15 kilos de cocaína de máxima pureza a Europa. El hecho se registró a partir de una inspección rutinaria de la AFIP en el crucero Splendour of the Seas, operado por la empresa Royal Caribbean International, que el lunes había llegado a Buenos Aires procedente de Punta del Este. Una parte de la droga fue encontrada adherida con cinta a los cuerpos de dos mozos. El resto estaba oculto en una mochila y en otros sectores del camarote asignado a los implicados.

Por el tamaño del barco –que tiene capacidad para 2074 pasajeros, cuenta con 11 pisos y 250 metros de eslora, 900 camarotes, 4 restaurantes, un spa y gimnasio, 2 piscinas, 4 jacuzzis, una pista para correr en la cubierta superior, un campo de minigolf de 18 hoyos y un teatro–, de la revisión participaron 20 inspectores aduaneros y 8 perros antinarcóticos.

Durante la inspección, los efectivos descubrieron que dos mozos –uno nacido en Chile con pasaporte australiano y otro de origen croata– llevaban cada uno dos paquetes rectangulares adheridos con cinta a sus cuerpos y ocultos debajo de la ropa. Los “ladrillos” se sometieron a la prueba de narcotest y se comprobó que se trataba de clorhidrato de cocaína.

Tras el hallazgo, las autoridades efectuaron una búsqueda más exhaustiva en el crucero, particularmente en el camarote destinado a los empleados del barco. Allí hallaron otros 10 ladrillos de cocaína escondidos en una mochila y en otros sectores del habitáculo. Tanto la cocaína –cuyo pesaje arrojó un total de 15,300 kilos– como los dos tripulantes detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado Penal Económico N° 1, a cargo del juez Ezequiel Berón de Astrada.

El crucero hace de manera habitual, durante los meses cálidos en Sudamérica, un recorrido entre Argentina, Uruguay y Brasil. Con la llegada del otoño en el Hemisferio Sur, el Splendour of the Seas partiría hacia Europa. Se cree que el objetivo era revender la droga en ese continente, donde su valor asciende a alrededor de un millón de euros.