Desde media tarde, “Ni una menos”, el maratón de lecturas y performances contra el femicidio, pobló los jardines del Museo de la Lengua con escritores, periodistas, activistas y víctimas de la violencia de género. Adriana, madre de Lola Chomnalez, leyó parte del diario que escribía su hija. Beatriz, madre de Wanda Taddei, recordó que sus nietos viven con la familia del femicida Eduardo Vázquez; su marido, Jorge, contó cómo el asesinato de su hija le descubrió “un mundo, el de la violencia de género”. Entre el público, que incluía a la directora del Museo, María Pía López, escuchaba también Corina Fernández, a quien su ex pareja intentó matar de dos tiros en el pecho y cuyo caso fue el primero en el que la Justicia recurrió a la figura de femicidio, aun antes de que fuera incorporada a la ley. “Los femicidios son la punta del iceberg”, dijo López, quien refirió el “lenguaje carroñero” y los “modos de tratar los cuerpos” de las víctimas, y la necesidad de dar con “otro modo de pensar las palabras y detener esta espiral de violencia que todos padecemos”.

Adriana, madre de la joven Lola Chomnalez, compartió un fragmento del diario en el que su hija fantaseaba con el futuro. Podría ser acróbata o psicoanalista, imaginaba. En el primer caso, se veía trabajando en un circo de París. “Todas mis amistades, hechas en Argentina de mis 18 a mis 20 años, se verían una vez al año, dos o tres, muy poco, para no hacer de mi vida una nostalgia.” Como psicoanalista, en cambio, viviría en Argentina. “Visitaría mucho Francia, admiraría mucho el circo del que nunca fui parte. Y lo que se me acaba de cruzar por la cabeza es cómo sería si combinara ambos. Acá va: lunes, miércoles y sábados atiendo en mi consultorio de 12 a 4.30. Y los martes, jueves y viernes trabajo dando clases. No está gustando este plan de juntar todo.”

A su turno, Jorge Taddei, padre de Wanda, contó que el asesinato de su hija le descubrió “otro mundo, que no conocía, el de la violencia de género. El de la Argentina, que cada 35 horas se lleva la vida de una mujer por ser mujer”. Pidió aportar para “una sociedad mejor, sin machismo, sin hombres agresivos hacia las mujeres”. Leyó un texto sobre Wanda, escrito por Raquel Fernández, cuyo final quedó reverberando: “Arde una mujer y nadie sabe cuántos sueños arden con ella”.

En el jardín, escuchaban escritores como Gabriela Cabezón Cámara, Julián López, María Moreno, Selva Almada, Alejandra Laurencich, Antonio Santa Ana; muchos fueron pasando, luego, por el micrófono. Participaban, también, editores como Gabriela Comte, que fue parte de la organización, periodistas de éste y otros medios, como Gabriela Saidón, Ingrid Beck, Hinde Pomeraniec, Mariana Carbajal, Soledad Vallejos, Marta Dillon. El maratón fue un evento autogestionado, que simultáneamente tuvo un correlato en Córdoba. Las alternativas de futuras acciones podrán seguirse en el perfil de Facebook “Ni una menos”.