La Justicia de San Isidro condenó a 12 años de prisión a un ex policía que integraba una banda que en 2011 asaltó a un empresario del juego y que, por escuchas telefónicas, se demostró que tenía la zona liberada porque gozaba de la protección de un comisario inspector, que era uno de los máximos jefes policiales de la zona norte, quien será juzgado en otro debate junto a otros dos imputados.

El condenado es Eduardo Vivas, un policía bonaerense exonerado de la fuerza en 2007. La condena fue dispuesta tras un juicio de cinco jornadas por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Isidro, integrado por los jueces Hernán San Martín, Federico Ecke y Osvaldo Rossi.

Tal como lo había solicitado en su alegado el fiscal Claudio Scapolán, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Delitos Complejos de San Isidro y quien tuvo a cargo la acusación en el debate, los jueces condenaron a Vivas por los delitos de “robo calificado por uso de arma de fuego y por su comisión en poblado y en banda y tenencia ilegítima de arma de guerra”.

En el juicio quedó demostrado que esta banda tenía vínculos con el comisario inspector Raúl Papa, quien en 2011 era el jefe distrital de San Isidro, es decir, el jefe policial de quien dependían todas las comisarías de ese partido del norte del conurbano. Es que Vivas era el integrante de la banda que, luego del robo frustrado en la casa del empresario Jorge Pereyra, dueño de varios bingos, se comunicaba con el comisario Papa para ver cómo estaba la investigación. Esos contactos telefónicos quedaron registrados en varias escuchas telefónicas que en su momento obtuvo el investigador original de la causa, el fiscal de San Isidro Patricio Ferrari, y que se reprodujeron en este juicio.

De las escuchas surgió que Papa le avisaba a Vivas de todo lo que hacía la DDI y la fiscalía y que además les apuntaba a otros sospechosos para desviar la investigación. Papa venía de hacer carrera en el sur del conurbano y justamente Vivas fue jefe de calle en el partido de Almirante Brown hasta que fue exonerado de la fuerza en 2007.

Tanto Papa como otros dos integrantes de la banda que fueron detenidos el día del hecho serán juzgados en un segundo debate que aún no tiene fecha. Papa fue detenido el 14 de octubre de 2011, acusado por encubrimiento agravado, y luego fue excarcelado bajo fianza.

El hecho por el que fue condenado Vivas ocurrió alrededor de la 1 de la madrugada del 5 de agosto de 2011, en una mansión de la avenida Tomkinson 3398, de San Isidro. Pereyra volvía de cenar en un stud y, cuando ingresaba su Mercedes-Benz al garaje de su casa, aparecieron dos sospechosos en moto y abrió el portón. Tres delincuentes irrumpieron detrás de él en otro Mercedes- Benz y lo amenazaron, pero el empresario se quedó encerrado dentro del auto porque tenía los vidrios semiblindados.

Sin embargo, los ladrones lograron destrozar una de las ventanillas a culatazos y así Pereyra bajó del vehículo y les entregó un anillo y unos 6000 pesos en efectivo.

El asalto fue observado desde la casa y por circuito interno de video por la esposa del empresario, quien se asomó por una ventana y efectuó seis balazos con un revólver Magnum .357 del cual era legítima usuaria y portadora. Los tiros amedrentaron a los asaltantes, que abortaron el robo y corrieron hasta el auto en el que habían llegado.

Pero un hijo de Pereyra, que también había estado cenando con su padre y regresaba a su vivienda, se acercó hasta su casa paterna porque tenía una llamada perdida de su madre en su celular y, al observar el asalto, embistió el auto de los ladrones, dos de los cuales luego fueron detenidos por personal de la Gendarmería Nacional.