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Una mujer y sus tres hijas menores de edad fueron rescatadas por la policía de una ciudad de la periferia de Santa Rosa, La Pampa, tras una denuncia de que su pareja las sometió durante 19 años a privación ilegítima de la libertad y violencia de género. El hombre estuvo detenido un día y ahora está libre. Por orden del fiscal debe permanecer alejado de su esposa e hijas.

Según se sospecha, el acusado, de 37 años, no las dejaba salir solas a la calle, a no ser que estuvieran en compañía de él. También las maltrataba física, verbal y psicológicamente, y amenazaba con suicidarse si alguna de ellas se atrevía a dar aviso a la policía.

Una vecina alertó de la situación a la comisaría local, que acudió al lugar en ausencia del hombre. La mujer, visiblemente nerviosa, en principio se negó a acusar a su pareja, pero finalmente confirmó la denuncia.

Desde la comisaría de la localidad de Eduardo Castex, ubicada a 80 kilómetros de la capital pampeana, se informó que las cuatro personas fueron presuntamente sometidas durante años por el hombre, que no les permitía realizar acción alguna sin su seguimiento y acompañamiento; y cuando se iba de la casa, las dejaba encerradas hasta su regreso. El acusado, quien por años se ocupó de alejar a los familiares de su esposa, pertenece al credo evangélico, aunque no dispone de iglesia para dar su prédica. Sus hijas, de entre 10 y 17 años, van a la escuela, pero no contaban lo que supuestamente ocurría en el seno familiar por temor a que el padre se suicidara.

El operativo policial se llevó a cabo con cautela para evitar una reacción intempestiva del pastor contra las cuatro mujeres o contra su propia integridad física. Por esa razón, cuando los uniformados llegaron al lugar la mujer se mostró sumamente nerviosa y los atendió desde la ventana. Ella no quería denunciar a su marido, ni salir de la casa. Finalmente ratificó lo que había denunciado su vecina, por lo que comenzó la actuación con la fiscalía que atiende a las víctimas de violencia de género. “La mujer no tenía libertad para salir a la calle. No tenía amistades ni vínculos fuera de la vivienda. Todo estaba vigilado por él”, aseguró el oficial principal Walter Smith en diálogo con este diario.

“El fiscal Marcos Sacco, de la ciudad de Santa Rosa, reportó la situación a un familiar directo de la mujer y ésta acudió ‘engañada’ a la comisaría, donde se le tomó declaración. Al principio la mujer asumió que tenía problemas conyugales, pero negó rotundamente que se tratara de violencia de género. Luego confesó que estaba bajo sometimiento de él, quien además se ocupó por años de aislarla de sus parientes directos”, agregó Smith.

El jueves al mediodía, tras corroborar la denuncia, los efectivos de seguridad lograron sacar de la casa a la mujer con sus tres hijas, quienes en la dependencia policial dijeron que llevaban “diecinueve años viviendo de esta manera, sin poder hacer nada sin el permiso del pastor y su seguimiento”.