Los choferes de la línea 60 y la empresa DOTA abrieron un cuarto intermedio hasta hoy en las negociaciones convocadas por el Ministerio de Seguridad bonaerense tras el desalojo ocurrido ayer a la mañana en la autopista Panamericana, en el marco de un conflicto que lleva 35 días.

Siete gendarmes resultaron heridos con piedras y botellas arrojadas por los trabajadores, y el estado de dos de ellos revestía relativa gravedad. En asamblea, los choferes aseguraron que los heridos fueron 33; anoche dos de ellos permanecían internados en terapia intensiva. El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) criticó duramente el uso de balas de goma por parte de la Gendarmería.

“Por ahora no hubo nada concreto, mañana seguirá la discusión con la empresa, todavía no sabemos en qué lugar. Supuestamente la empresa aceptaría incorporar a los trabajadores despedidos, pero falta hablar del pago de los salarios caídos y lo que está judicializado no lo quieren discutir”, explicó a Página/12 uno de los delegados de los choferes, Iván Iza. Por su parte, el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, aseguró que los incidentes fueron responsabilidad de los manifestantes, a quienes calificó de “inadaptados” y “energúmenos, porque un trabajador que le pega a otro trabajador no es un trabajador, es un energúmeno. Los gendarmes son trabajadores. Y un energúmeno no puede manejar un colectivo”.

En un comunicado, el CELS manifestó que “en el operativo, la Gendarmería disparó balas de goma de manera indiscriminada hacia los manifestantes, inclusive desde arriba de la Panamericana hacia trabajadores que estaban en la Ruta 197”. El organismo explicó que el “uso de las balas de goma para dispersar a los participantes de las protestas está prohibido por los Criterios Mínimos para el Desarrollo de Protocolos de Actuación de los Cuerpos Policiales y Fuerzas de Seguridad Federales en Manifestaciones Públicas, sancionados por la resolución 201-11 del Ministerio de Seguridad de la Nación”.

Además, indicó el organismo, “Gendarmería utilizó pistolas lanzagases y agresivos químicos cuyo uso para evitar el corte del tránsito también está prohibido por la misma resolución. Como resultado, alrededor de 20 personas fueron heridas, entre ellas participantes de la protesta y trabajadores de prensa”.

Más tarde, el propio Berni aseguró que se había puesto en práctica “firmeza en el marco de la ley” y negó que se hayan utilizado balas de goma durante el desalojo. Sim embargo, también dijo que siempre se fiman los operativos y se aparece alguna irregularidad sería castigada.

El delegado Esteban Simonetta aseguró que “hasta el momento no hay seguridad de que se vayan a concretar” sus reclamos, por lo que debatirán en asamblea cómo seguir, aunque consideraron que ayer “hubo un paso adelante al aceptar la empresa que podría reincorporar a los trabajadores que fueron despedidos”.

Por su parte, otro de los representantes sindicales, Hugo Shwarzman, aseguró que los manifestantes decidieron retirarse de la Panamericana y trasladarse “a las estaciones cabecera”. “Lo que hizo el ministro Alejandro Granados es por sus buenos oficios, porque entiende que no puede haber un conflicto que dure tanto tiempo y genere esto que pasó aquí”, expresó. El delegado aclaró que de todas formas “el plan de lucha” continuará y que cortarán rutas y calles cuando lo consideren “conveniente, porque lo que salga de esta negociación no tiene valor legal”. Shwarzman también aseguró que no se trató de un principio de acuerdo, sino que “hay una buena predisposición para acercar a las partes”.

En tanto, Jorge Espósito, abogado de los trabajadores, se refirió a otra de las diferencias entre manifestantes y empresa. “Decimos que hay 53 despedidos, no 47 como afirma la empresa. Ellos aducen que esos seis trabajadores restantes están judicializados, pero eso para nosotros es relativo, depende de lo que con seriedad muestre la empresa.”

Siete gendarmes resultaron heridos con piedras y botellas arrojadas por los trabajadores, y el estado de dos de ellos revestía relativa gravedad. En asamblea, los choferes aseguraron que los heridos fueron 33; anoche dos de ellos permanecían internados en terapia intensiva. Además, hubo siete detenidos que anoche ya habían sido liberados.