Los trabajadores del Hospital Borda marcharon hasta el Ministerio de Salud porteño contra “la amenaza de cierre” de varios servicios. La institución quedó en una situación “crítica” de cara al cumplimiento de la Ley de Salud Mental. El presidente de la Asociación de Profesionales del Borda, Gabriel Cavia, explicó que el área de Cirugía “quedó devastada por la jubilación de su jefe”, en Laboratorio “prácticamente no queda ningún bioquímico”, y de las nueve personas que prestaban servicios en Orientación Vocacional “sólo quedó una”. Kinesiología “tampoco puede funcionar con una sola persona”, y en Neurología “no quedó nadie”. El delegado de ATE, Juan Carlos Ibarra, dijo que el Gobierno de la Ciudad aplica “la estrategia del secamiento” ante la imposibilidad de cerrarlo.