Miércoles, 12 de agosto de 2015 | Hoy
SOCIEDAD › CAYó EL LíDER DE LA FAMOSA FUGA DEL PENAL DE EZEIZA EN 2010
Mario Bagnera organizó la fuga del penal de Ezeiza, en la que participaron otros 12 presos y que provocó la renuncia del entonces director del SPF Víctor Hortel, en agosto de 2013. Está acusado de haber organizado el asalto al blindado en la Panamericana.
Cuando la policía uruguaya lo detuvo, mientras manejaba un Peugeot 206 acompañado por su pareja, en las calles Ejido y Cerro Largo, de Montevideo, el hombre entregó su documento y recitó los datos: Richard Edinson Rivero, número de cédula y nacionalidad uruguaya. No le creyeron. Lo tomaron de las pestañas y lo detuvieron. Se trataba de Mario Enrique Bagnera, cerebro de la espectacular fuga del penal de Ezeiza que involucró a 13 presos él incluido, el 20 de agosto de 2013, y cuya fuga provocó la renuncia del entonces director del Servicio Penitenciario Federal Víctor Hortel, quien denunció un complot. Bagnera estaba preso por dos asaltos a blindados, uno de ellos un caso muy sonado, en la Panamericana, que terminó con la muerte de dos policías, en noviembre de 2010; y se sospecha que después de su fuga participó en el asalto a otro blindado, en Moreno, donde durante el tiroteo murió baleado un jubilado mientras hacía fila para entrar al Banco Supervielle.
Mario Bagnera, de 39 años, fue detenido la madrugada de ayer durante un operativo realizado en forma conjunta por personal de la Dirección de Información Táctica y de la Unidad de Operaciones Especiales de la Guardia Republicana uruguaya. Según informó el Ministerio del Interior de Uruguay, todo comenzó con una denuncia anónima vía telefónica que alertó a los agentes “de que un ciudadano argentino buscado por la policía de ese país se encontraba viviendo en la zona del barrio La Teja”, en Montevideo.
En base a esos datos, los efectivos localizaron al sospechoso alrededor de las 2.30, cuando éste iba a bordo de un Peugeot 206 y junto a su pareja, por las calles Ejido y Cerro Largo, próximo al puerto.
De acuerdo con el informe oficial, al ser interrogado por los policías, el conductor dijo llamarse Richard Edinson Rivero, mientras que la mujer reconoció ser argentina y la pareja de aquél desde hacía doce años.
“Ya tenía memorizado el nombre de un ciudadano uruguayo, número de cédula, fecha de nacimiento y los nombres de su padre y su madre”, indicó el director de Información Táctica de la Jefatura de Policía de Montevideo, Pablo Lotito, quien agregó que Bagnera había encontrado ese documento y como se parecía físicamente al dueño decía ser él.
Luego, un cotejo de huellas dactilares confirmó que se trataba del buscado, por cuyo paradero se ofrecía en Argentina una recompensa de 500.000 pesos.
El operativo incluyó un allanamiento a la casa de Bagnera en el barrio La Teja donde fue detenido un hijo mayor de edad del hombre y secuestraron una pistola 9 milímetros, un revólver .357 y municiones de ambos calibres.
Tras esos resultados, el caso pasó a la órbita de Interpol Uruguay que se comunicó con sus pares argentinos que, a su vez, informaron de la captura al fiscal Juan Facundo Flores, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 del departamento Judicial Zárate-Campana, descentralizada en Escobar.
Flores tuvo a cargo en su jurisdicción la instrucción de la causa por el asalto al blindado en la Panamericana y había requerido la captura de Bagnera, quien estaba prófugo desde el 20 de agosto de 2013.
Ese día, Bagnera y otros 12 presos escaparon del pabellón B del módulo 3 del Complejo Federal I de Ezeiza, lo que provocó la renuncia del entonces jefe del Servicio Penitenciario Víctor Hortel, que calificó el hecho como “cinematográfico” y denunció que existió “complicidad interna”.
Los detenidos lograron evadirse mediante un boquete de 40 por 22 centímetros realizado en el hormigón armado de la celda 22 y, para las autoridades, la fuga no se podría haber llevado a cabo “sin complicidades internas y sin una logística y apoyo externo”. Para escapar debieron romper casi 30 centímetros de concreto y luego construir un túnel a través del cual salieron a la parte exterior del módulo y, luego de cortar alambrados perimetrales, llegaron a la calle. De los 13, hasta ayer sólo dos permanecían prófugos.
Al momento de escapar, Bagnera cumplía condena por dos asaltos a blindados, en La Boca, y estaba investigado por otro en la Panamericana, cuando con otros 11 cómplices intentó asaltar el camión blindado del Banco Provincia que el 23 de noviembre de 2010 transportaba más de 20 millones de pesos por la autopista Panamericana. La banda circulaba en cuatro autos e interceptó al blindado en el kilómetro 38 del ramal Escobar. Tiraron sin aviso previo contra los policías que manejaban los dos patrulleros de custodia y mataron a ambos (Darío Fabián García, de 46, y Rubén Fangio, de 42).
Por este caso, 14 imputados son sometidos a juicio desde mayo en los tribunales de Campana y se estima que el debate, en el que se hubiera juzgado a Bagnera si éste no se hubiera evadido de Ezeiza, se prolongará por otros dos meses.
Los investigadores creen que mientras estuvo prófugo, Bagnera participó del asalto a un blindado frente al Banco Supervielle de Moreno, cometido en enero de 2014, cuando en medio de un tiroteo con custodios mataron al jubilado Francisco Figueroa (75), quien aguardaba en la cola para cobrar.
Por ese hecho fue detenido Walter Bagnera (42), un hermano del detenido hoy en Montevideo.
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