SOCIEDAD › FUE APRESADO TRAS APARECER EN UN PROGRAMA DE TEVE
El precio que tiene la fama
Ser famoso tiene sus riesgos: un delincuente que estaba prófugo de la Justicia fue registrado por las cámaras de un programa de televisión cuando ingresaba a un hospital público para hacerse atender de una herida de bala. La policía, al ver la emisión, lo reconoció, lo detuvo y ayer fue condenado a doce años y medio de prisión por asesinar hace tres años a un repositor de una empresa tabacalera.
Se trata de Carlos María Gastón Rodríguez, alias “Canchi”, quien en octubre de 2000 asesinó de un tiro en la boca a Pablo Conforti, hecho en el que el delincuente recibió una herida de bala en una pierna. Después de escapar, se dirigió al Hospital Fernández para que lo atendieran.
En el centro asistencial, las cámaras de televisión del programa “Código N”, que se emitía por Canal 7, y que se encontraban filmando las actividades de la guardia, registraron a Rodríguez cuando ingresaba al lugar. No se sabe si el hombre se entusiasmó por su minuto de fama. Pero sí está claro que el haberse convertido en fugaz estrella permitió a la policía reconocerlo y detenerlo.
El crimen, por el que fue condenado, ocurrió en un kiosco ubicado en Combate de los Pozos y Casacuberta, en el partido bonaerense de José C. Paz, donde se encontraba Conforti, empleado de la empresa Nobleza Piccardo, recibiendo un pedido de cigarrillos. En ese momento fue sorprendido desde atrás por Rodríguez, quien lo tomó del cuello, le apoyó un revólver en la cabeza y le exigió la entrega del dinero.
Un custodio de la empresa, acompañante de la víctima, observó los hechos y se acercó para asistir a su compañero, por lo que Rodríguez se enfureció y disparó contra Conforti. El repositor murió en el acto, mientras que Rodríguez recibió un balazo en una pierna y logró escapar del lugar.
De acuerdo con la investigación, Rodríguez intentó refugiarse en una vivienda de la zona, donde le pidieron que se retirara para “no comprometerlos”, por lo que el joven habría buscado atención hospitalaria.
En el juicio oral declararon 12 testigos del hecho, quienes coincidieron en el relato del suceso, por lo que el Tribunal en lo Criminal 2 de San Martín resolvió condenar al acusado por “homicidio en ocasión de robo” a doce años y medio de cárcel. El abogado Gustavo Romano Duffau, que actuó en el proceso como querellante en representación de los familiares de la víctima, se mostró conforme con la sentencia.