Referentes de la bioética y los derechos humanos presentarán hoy un movimiento contra la mercantilización de la medicina. Se trata de una iniciativa del Programa de Bioética y Comité de Ética del Hospital de Clínicas de la UBA y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). Y busca promover una ética de la salud basada en el respeto y la garantía de la dignidad de los pacientes. El lanzamiento se realizará en una jornada, con distintos paneles, que será inaugurada con las exposiciones del director del Programa de Bioética del Clínicas, Juan Carlos Tealdi, el presidente del CELS, Horacio Verbitsky, y el ministro de Salud de la Nación, Daniel Gollán.

En su primera declaración, el nuevo movimiento Salud con Dignidad advierte que hay varios indicadores que “nos señalan el riesgo y la vulneración de derechos” en la atención y el cuidado de la salud. Estos son “la falta de atención en situaciones de emergencia, la discriminación individual o grupal en el goce del derecho a la salud, la falta de acceso a medicamentos esenciales, la realización de investigaciones biomédicas contrarias a la ética, los impedimentos a la demanda de aborto no punible, los obstáculos al cumplimiento de lo establecido en la ley de derechos de los pacientes y su modificación por la ley de muerte digna, la vulneración y el daño en salud mental por internaciones involuntarias, o la inequidad en el acceso a tratamientos de alta complejidad y alto costo, entre muchos otros”.

Tealdi, uno de los máximos especialistas en bioética a nivel latinoamericano, es uno de los promotores de la iniciativa. En diálogo con Página/12 contó que la propuesta surgió de charlas informales con Mónica Müller, médica homeópata y escritora, que fueron creciendo con el compromiso del Comité de Etica y Programa de Bioética del Hospital de Clínicas y el CELS, “para culminar con este lanzamiento inicial de un Encuentro Nacional en el que podamos compartir en modo más amplio nuestras inquietudes”. La jornada de reflexión tendrá lugar en el aula Posadas, del Hospital de Clínicas, desde las 8.30, bajo el título “El derecho a la salud y los fines de la medicina”. Participarán tambièn como expositores el biólogo molecular e investigador superior del Conicet Alberto Kornblihtt, la doctora en Filosofía y ex rectora de la Universidad Nacional de Córdoba, Carolina Scotto, y la defensora general de la Nación, Stella Maris Martínez, entre otros referentes de distintos ámbitos.

Consultada por este diario, Müller señaló que uno de los puntos que más les preocupan es “la influencia de la industria farmacéutica –que para ser más precisos habría que llamar la industria de la enfermedad– sobre la profesión médica y los pacientes”. “Sus estrategias de marketing destinadas a crear y ampliar mercados han logrado que todos nos creamos enfermos. La idea principal es que si hoy estás sano, mañana seguramente no lo vas a estar, y si estás un poco enfermo, en realidad estás grave y no te diste cuenta”, agregó Müller, autora del libro Sana sana. La industria de la enfermedad.

La segunda idea que instaló el negocio farmacéutico, apuntó, es que todo es tratable. “No con cambios de hábitos –buena alimentación, buen descanso, actividad física regular–, sino con un medicamento, porque para cada mal existe un remedio. Y que todo síntoma debe ser reprimido, silenciado, antes de saber qué nos está diciendo el cuerpo con él. Por eso cuando nos sentimos mal no preguntamos qué debo hacer, sino qué tengo que tomar. Así es como vivimos en una cultura de la enfermedad en la que nos parece natural tomar remedios todos los días.”, destacó la médica homeópata.

–¿A qué apuntan con esta propuesta? –preguntó Página/12 a Tealdi.

–El objetivo principal es promover conciencia crítica en los profesionales de la salud para rechazar toda conducta asociada con el mercantilismo en la atención y el cuidado de la salud. Esta promoción debe lograrse por la información y la educación interdisciplinaria en bioética y derechos humanos, por la defensa del derecho a la salud en cuanto trato digno y de calidad en la atención y el cuidado, y por la protección de ese derecho con nuevas normas para una salud pública equitativa y con las garantías de un goce efectivo de las mismas. Pensamos en una medicina sensible a la vulnerabilidad de la persona en situación de enfermedad, racional en su diagnóstico y tratamiento, y respetuosa de la dignidad de toda persona. Una medicina que restaure sus fines tradicionales de atención universal al sufriente y no discrimine desde un doble estándar de atención para ricos y pobres. Una medicina como profesión en la relación médico-paciente y no como contrato de servicio al usuario o cliente. Una medicina con los justos ingresos para sus profesionales y no con la desvalorización de un mercado que busca en el ajuste con los médicos el margen de mayores réditos.

–A los intereses de las corporaciones y del megamercado como distorsión de los fines de la medicina y negación de la salud como derecho, solo cabe responder con un Estado que asegure con un sistema nacional integrado a la salud pública como bien social y derecho individual. El Estado debe lograr un sistema publico aceptable en disponibilidad, calidad, y accesibilidad. Los hospitales de ese sistema deben dar ejemplo en sus servicios y personal de lo que significa respetar el derecho a la salud.