Viernes, 2 de octubre de 2015 | Hoy
SOCIEDAD › UN DETENIDO POR ROBAR UNA MOTO QUE NO ROBO APARECIO AHORCADO
La moto había sido secuestrada por la policía y devuelta a su dueño. Pero luego fue anotada como robada. Hace días, un familiar del propietario la conducía y fue detenido. Pero apareció muerto en la comisaría. La policía dijo que se suicidó.
Por Horacio Cecchi
A Jorge Cristaldo, de 36 años, lo detuvieron el 24 de septiembre pasado, por un absurdo: lo acusaban de conducir una moto robada que no había sido robada. Cuatro días después, cuando estaba por salir en libertad de la comisaría de Parque San Martín, Merlo, otro absurdo se cruzó en su camino: apareció ahorcado en la celda. Los uniformados explicaron que “se ahorcó”, en uso de una probable tercera persona participativa. La historia que va desde la denuncia de robo de la moto, en enero, hasta la muerte de Cristaldo, el martes pasado, es un relato donde el absurdo esconde alguna obviedad. Dicho de otra forma, Cristaldo, sin saberlo, puso en la cornisa una esponjosa sospecha sobre el destino de las motos secuestradas por la policía y en manos de la Municipalidad. Cómo deriva la moto no robada que conducía Cristaldo, en su muerte y en la sospecha sobre el negocio de motos robadas no es fácil de abordar. Inténtelo en esta nota.
El 28 de enero de este año, Diego Sánchez, conducía su moto Corven acompañado por su cuñado, Jonathan Mansilla, cuando fueron detenidos al cruzarse con un operativo de control de la 5ª de Merlo, en Pontevedra. Los uniformados labraron un acta y secuestraron la moto sin que existiera un motivo aparente. Al día siguiente, 29 de enero, Sánchez fue a la comisaría y le entregaron las llaves, la moto y la cédula verde en correcto estado.
Desde ese momento, hasta el 24 de septiembre, al menos Sánchez, Mansilla y la Corven, se olvidaron del asunto.
Pero veinte días después del operativo, el 20 de febrero, la intendencia –comandada por el Vasco Raúl Othacehé desde hace 24 años y hasta el próximo 10 de diciembre– presentó una denuncia ante la fiscalía 2 de Morón, por el robo de 12 motos del propio playón de la Municipalidad. Ni una ni dos, Doce motos robadas del playón de custodia. Algo en la guardia estaría funcionando mal.
El fiscal Luis Pablo Carpaneto abrió la investigación 6976/15. En la foja 77 de esa IPP figura la devolución de la Corven a Sánchez en la fecha correcta, 29 de enero.
Pasaron los días, los meses, hasta que el 24 de septiembre, otro operativo policial. esta vez de la comisaría 3ª de Parque San Martín, Merlo, se topó con la misma Corven, esta vez conducida por Cristaldo, primo de la mujer de Sánchez. Los polis analizaron la patente, chequearon en sus registros y les saltó que era robada. La Corven aparecía con pedido de captura por la denuncia de la muni del Vasco, aunque había sido devuelta. Y si la moto saltó como robada, quien la conducía, a ojos uniformados, era ladrón de motos. Cristaldo terminó esa noche detenido y alojado en la celda de la 3ª, justo la que da enfrente al escritorio del comisario. Por más que Cristaldo se exprimió explicando que era pariente del dueño, que le habían prestado la moto, que no era robada, los polis se mantuvieron en la suya y en el acta que iniciaron lo acusaron de encubrimiento agravado. El expediente, que fue abierto por la fiscalía 6, fue girado luego a la fiscalía de Carpaneto porque era la que investigaba el robo de las doce motos, la IPP 6976/15. Será bueno recordar que en la foja 77 de esa misma Investigación Penal Preparatoria, la Corven que fue incluida para ser investigada como robada, figuraba como devuelta a sus dueños 20 días antes de que se presentara la denuncia.
“La moto de Sánchez nunca llegó al playón municipal –dijo a Página/12 la abogada querellante Rosana Mattarollo–. Se ve que cuando Sánchez fue, al día siguiente, a reclamar la devolución, se la entregaron, pero todo parece indicar que la pensaban remitir al playón como secuestrada. En el remito de la comisaría al playón municipal figura inclusive que le faltaban los dos espejitos y la batería, cosa que era imposible porque cuando Sánchez retiró la moto salió andando en ella sin problemas”. Es decir, Carpaneto investiga el robo de doce motos entre las cuales incluye una que él tiene como devuelta. Las fojas se numerarían sin leer.
Mientras la defensoría oficial pidió la excarcelación al juez 3 de Morón Gustavo Robles, la abogada Mattarollo le fue a explicar al magistrado lo ridículo de la detención. También acudió a Carpaneto. En ninguno de los dos casos tuvo éxito.
El 28 de septiembre Mattarollo se presentó en la comisaría de Parque San Martín. Habló con Cristaldo. “Me dijo que estaba bien, que lo tenían separado de la población de detenidos y se mostró con confianza en que saldría al día siguiente, a más tardar el miércoles, cuando se vencían los cinco días que tenía el juez para tenerlo detenido sin motivo”, señaló la abogada. Al día siguiente, martes 29, Sánchez y Mansilla, fueron al juzgado de Robles, para aclarar que es su moto y las circunstancias de aquella primera detención y devolución. La abogada pidió la inmediata libertad. Ese mismo día, la familia estuvo de visita en la comisaría, hasta las 18. Para que Cristaldo saliera sólo faltaba, decían los polis, los antecedentes policiales. La página online no estaría funcionando.
A las 20, según el informe de la comisaría 3ª, Cristaldo apareció ahorcado en la celda de enfrente del comisario, con el cable de una zapatilla, no de calzar sino eléctrica. Un cable de un dedo de grueso con nudo corredizo de doble vuelta, nudo que Gustavo, hermano del fallecido, aseguró que su hermano era incapaz de hacer.
Junto al cuerpo había una remera blanca, de mangas largas. Tenía manchas que parecían de sangre a la altura del pecho y del hombro izquierdo, Pero no era su remera.
Ayer se realizó la autopsia en la Asesoría Pericial de Lomas de Zamora. Cristaldo tenía un hematoma grande en el costado izquierdo del cuerpo. Los peritos deberán determinar las características de las marcas del cuello y el ADN de las manchas, en caso de que se trate de rastros hemáticos.
De las motos robadas queda como testigo por ahora mudo la Corven de Sánchez. Quién las robó y si fue para desarmar o vender, si en la muni hay chorros de motos, es la investigación que deberá completar el fiscal Carpaneto, incluida la lectura de la foja 77.
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