Víctor Emilio Ramírez hará esta noche en el predio de Villa La Ñata en Benavídez, la primera defensa del título de los cruceros de la Federación. Tendrá enfrente un rival de ocasión, el jamaiquino de 35 años Ovill Mc Kenzie, campeón de la categoría para la Mancomunidad Británica y reemplazante apresurado del cubano radicado en Alemania Yoan Pablo Hernández quien, como campeón regular, debió haber sido hoy el contrincante de Ramírez pero fue desposeído de la corona por sus reiterados pedidos de postergación. TyC Sports transmitirá en vivo el combate a partir de las 22.30.

La idea primaria de la FIB era que Hernández y Ramírez unificarán el campeonato de las 175 libras. Pero la informalidad del primero terminó beneficiando al llamado Tyson del Abasto, protegido deportivo del candidato presidencial Daniel Scioli y que ostentaba el interinato tras haber derrotado por puntos el 10 de abril de este año en el mismo sitio de la pelea de hoy al nigeriano Ola Afolabi.

Aquella noche, Ramírez produjo acaso la mejor actuación de su carrera que incluye 22 victorias (17 antes del límite) y 2 derrotas. Y Mc Kenzie parece el adversario ideal para reiterarla o incluso, mejorarla. Fue convocado hace apenas tres semanas y de su record de 25 triunfos (13 por fuera de combate) y 12 derrotas no se desprenden grandes méritos ni nombres destacados. Ganó cuatro de sus últimas cinco peleas (dos este año) y apenas estos buenos resultados respaldan su pretensión de éxito.

Scioli ha invertido bastante tiempo y dinero en encarrilar la vida deportiva y personal de Ramírez, quien fue fugaz campeón de la categoría para la OMB entre mayo y agosto de 2009. Por eso, tanto él como su esposa Karina Rabolini se sentarán en la primera fila del ringside para esperar una nueva victoria de un muchacho de escasas luces pero de enorme corazón de peleador al que la vida y el boxeo le han dado una nueva oportunidad de caminar por el lado correcto.