Las repercusiones por el asesinato de Diana Sacayán continuaron temprano en la mañana de ayer. Durante un acto en una fábrica de productos de belleza, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner reclamó que se esclarezca. “Pido la colaboración de las fuerzas de seguridad nacional y metropolitana para esclarecer el terrible crimen de Diana”, dijo la Presidenta, quien recordó que Sacayán fue la primera mujer trans a quien entregó un DNI nuevo, respetuoso de su identidad de género autopercibida. A las 11, mientras en la fiscalía que investiga la causa, familiares y amigos de la activista trans prestaban declaración, en la puerta alrededor de 200 activistas de la diversidad sexual se concentraron para pedir justicia y reclamar que deje de haber travesticidios. El crimen de Sacayán es un “acto transfóbico”, “una cicatriz más para la población trans y venimos a reclamar que la fiscalía actúe con responsabilidad y celeridad, por lo que significa el caso para la comunidad, que está de luto”, explicó Gabriela Abreliano (de Mujeres Trans Argentina), una de las cuatro dirigentes que, en julio de 2012, recibieron su nuevo DNI de manos de la Presidenta. “Tres compañeras murieron en el último mes, no puede seguir pasando esto: tenemos que construirnos como sociedad de una manera diferente. Esto pasa todos los días en nuestra comunidad, hoy es Diana y por eso se sabe”, agregó.

“La muerte de Diana no puede ser una muerte más”, dijo el interventor del Inadi, Pedro Mouratian, quien explicó que “lo que ella representa desde lo simbólico, como militante y luchadora, nos tiene que servir para empezar a reflexionar sobre lo que nos está pasando como sociedad”.

En un comunicado, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación aseguró que trabajará “en la búsqueda de verdad y justicia” para esclarecer y castigar el asesinato. El texto del organismo a cargo de Martín Fresneda, dirigido especialmente “a sus compañeras, compañeros, amigas, amigos y familiares”, destacó la labor de Sacayán como activista y dirigente. En tanto, el secretario de Derechos Humanos bonaerense, Guido Carlotto, manifestó “profunda preocupación” por el crimen y pidió que la Justicia “inscriba la investigación en el marco de un femicidio”. Carlotto recordó que en 2012 el Congreso nacional aprobó una ley “que agrava el homicidio de una mujer o persona trans cuando está motivado por su condición de género”, y señaló que es preciso “sentar precedentes en la Justicia que acompañen los esfuerzos” del Estado para “abordar y erradicar las violencias de género”.

Por su parte, la diputada Juliana Di Tullio, que preside el bloque del FpV en la Cámara, expresó su “más profundo dolor y conmoción” por el asesinato de “una gran compañera que dedicó gran parte de su vida a luchar por la igualdad de derechos”, y pidió a la Justicia que “se encuentre “la verdad y se juzgue a los responsables”. “Esta muerte, como la de tantas otras mujeres, no debe quedar impune”, dijo, y agregó que lo sucedido “nos impulsa a continuar trabajando para evitar que sigan sucediendo estos crímenes de odio, especialmente contra las personas trans, que siguen siendo víctimas de violencia y discriminación”.

Con el crimen de Sacayán, “son tres los femicidios cometidos hacia mujeres trans en el último mes”, señaló la Federación Argentina LGBT en un comunicado que manifestó “conmoción ante el violento asesinato” de la dirigente y recordó los crímenes de Marcela Chocobar (“brutalmente asesinada en la localidad santacruceña de Río Gallegos”) y Fernanda Coty Olmos (asesinada en su casa, en Santa Fe). La seguidilla de crímenes muestra “con enorme crudeza el efecto concreto que la discriminación y el odio tienen sobre las personas LGBT” y subraya la necesidad de que “el Congreso de la Nación apruebe urgentemente la ley de prevención y sanción de actos discriminatorios de 1988, que actualmente se debate en la Cámara de Diputados” y que está “frenada por la legisladora Patricia Bullrich”.

En un comunicado, el Consejo Nacional de las Mujeres (CNM) reivindicó “la lucha y la figura” de la dirigente y expresó “dolor por su muerte”. “Quienes trabajamos por la igualdad de género y por los derechos de las personas LGBT, manifestamos nuestro dolor por su muerte”, señaló el texto del organismo. EL CNM recordó que en Argentina las personas trans tienen una expectativa de vida de 36 años, y que el colectivo es víctima, principalmente, de la violencia institucional y de los crímenes de odio.

La organización Amnistía Internacional Argentina condenó el crimen y señaló que “Argentina tiene un problema estructural respecto de la violencia de género”. “Es imperioso que el Estado diseñe e implemente una política integral para prevenir, investigar y sancionar la violencia contra las mujeres. Es escandaloso que aún se encuentre pendiente de ejecución el Plan Nacional Integral de Acción para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres dispuesto por ley”, manifestó la directora ejecutiva del organismo, Mariela Belski.

El Colectivo de Varones Antipatriarcales, de la Ciudad de Buenos Aires, señaló que Sacayán era “una referente del movimiento trans, el movimiento Lgbti y los movimientos sociales”, que “en varias ocasiones enfrentó y sufrió en su propio cuerpo la violencia de las fuerzas policiales del Estado”. “Los femicidios son el producto final de las reproducciones violentas de una cultura patriarcal que fomenta la violencia como modo de relación sistematizado”, señalaron.