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En Rosario, una mujer encontró asesinados a balazos a sus dos hijos, una mujer de 26 y un varón de 28 años, en su casa, un hecho por el que hasta anoche no había detenidos. Fuentes judiciales informaron que, inicialmente, los investigadores alimentaron la hipótesis de que la joven podría haber sido víctima de un femicidio cometido por su ex pareja, pero allegados a la víctima relativizaron la posibilidad. Sin embargo, el coordinador de la Unidad Fiscal de Homicidios Dolosos de Rosario, Adrián Spelta, no descartó completamente esa pista ni “ninguna otra hipótesis”.

Por la mañana, la madre de Agustina y Javier Ponisio ingresó en la vivienda de Castro Barros al 5500, en el barrio Saladillo, y los encontró asesinados a balazos. El fiscal Spelta precisó que en el lugar se efectuaron ocho disparos, y sólo uno no impactó en los hermanos: de los otros siete, tres dieron en uno de los hermanos y cuatro en el otro. Uno de los jóvenes fue asesinado en la planta baja del chalet y el otro en la planta alta. La puerta de la casa no estaba forzada; la madre dijo no haber encontrado faltantes en el lugar, por lo que los investigadores se inclinan a descartar la posibilidad de homicidios en ocasión de robo.

El funcionario judicial indicó que investiga “todas” las hipótesis. “En este momento no se descarta ninguna de las hipótesis, habida cuenta de la cercanía del hecho sucedido”, señaló.

“Lo que sí podemos decir es que (la mujer) no tenía ninguna pareja estable, por lo que dijeron sus familiares”, detalló Spelta, en referencia a la posibilidad de que ella haya sido víctima de femicidio y su hermano, víctima colateral de ese crimen.

Ayer por la tarde, el fiscal tomó testimonio a vecinos del chalet, en busca de información sobre los momentos anteriores o posteriores al crimen.