La Cámara Federal 2 de Salta rechazó ayer la recusación planteada por el juez federal de Orán, Raúl Reynoso, en contra de su par Julio Bavio, que lo investiga por liderar presuntamente una organización que cobraba coimas para favorecer a narcotraficantes. Reynoso debió presentarse el miércoles pasado a declarar en la fiscalía, y no concurrió, alegando “enemistad manifiesta” de parte de su colega. Ahora afronta un nuevo pedido de declaración indagatoria, y podría ser declarado en rebeldía si volviese a faltar a la cita, lo que podría habilitar un jury de enjuiciamiento. Según la fiscalía, el juez ostentaba “el carácter de jefe” de una asociación ilícita en la cual intervenían cinco abogados, dos empleados del juzgado y terceros intermediarios.

Con la resolución firmada por los camaristas Renato Rabbi Baldi, Jorge Villada y Ernesto Solá, el tribunal de alzada resolvió rechazar in limine el pedido del juez Reynoso de recusar a su colega Bavio, ya que los argumentos esbozados “carecen de gravedad y de entidad objetiva para exteriorizar razonablemente la existencia de la parcialidad por enemistad manifiesta que posee Julio Bavio para con su persona”. Reynoso había argumentado que Bavio no lo dejaba jugar en su equipo de fútbol.

Imputado en once causas que tramitaban en su juzgado tras haber presuntamente coordinado el cobro de coimas para dar libertad a detenidos por narcotráfico, Reynoso debía presentarse a declarar el miércoles, pero no lo hizo y se excusó enviando un fax. El 3 de noviembre, Bavio estimó que existen motivos suficientes para sospechar que Reynoso “participó en las conductas ilícitas objeto del proceso”, y ordenó a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) allanar su juzgado y citarlo a indagatoria.

Entre los expedientes de la investigación está el caso del empresario boliviano José Luis Sejas Rosales, capturado cuando ingresaba una tonelada de cocaína al país y que habría pagado 350 mil dólares por su liberación. A esto se sumó la detención de los abogados René Gómez, María Esper, Ramón Antonio Valor, Arsenio Eladio Gaona, el jefe de despacho del juzgado de Orán, Miguel Angel Saavedra; y Lucinda María Segovia, la única que recuperó la libertad. César Aparicio y su hermana Rosalía Candelaria Aparicio también fueron detenidos.