Ahora, la vicejefa de Gobierno porteño, María Eugenia Vidal, dijo ayer que “no descarta ni confirma” que el caso de Lucas Cabello, baleado el lunes por un agente de la Metropolitana en el barrio de La Boca, haya tenido su origen en un episodio de violencia de género. Tanto la familia, los testigos y el propio subjefe de la fuerza ya lo negaron. Responsables del Programa contra la Violencia Institucional de la Defensa Pública de la Ciudad y de las organizadoras de la marcha #NiUnaMenos advierten que “la violencia machista no justifica la violencia policial”. En grave estado, el joven baleado sigue internado en el Argerich.

“Había un botón antipánico y es una zona donde los distribuimos a mujeres víctimas de violencia de género, porque es zona de la Metropolitana. Cuando la Justicia muestre lo que tenga para mostrar, diré lo que tenga para decir, ni descarto ni confirmo (que sea un caso de violencia de género)”, manifestó la gobernadora bonaerense electa. “A partir del hecho, pusimos en disponibilidad e iniciamos un sumario interno sobre el agente de la Metropolitana involucrado. Ya están declarando testigos y tiene que avanzar la Justicia”, indicó Vidal. Inicialmente, Vidal había asegurado que el policía actuó en el marco de un problema de violencia de género.

La madre de la víctima, Carolina, exigió a Vidal que “se rectifique” por sus dichos sobre que “se trató de un caso de violencia de género”. “Me parecieron indignantes sus declaraciones, intentó justificar lo injustificable con una mentira”, afirmó en concordancia con el subjefe de la Policía Metropolitana, Ricardo Pedace, quien calificó como “una confusión” las palabras de la vicejefa de Gobierno.

En tanto, el efectivo que le disparó a Cabello declaró ante la Justicia, dijo que se defendió de una “agresión” y que actuó “según los protocolos” de la fuerza. El policía Ricardo Ayala estaba de consigna en Martín Rodríguez 559 debido a una causa por amenazas entre dos vecinas del lugar, un inmueble de tránsito del Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC).

Por su parte la CTA de la provincia de Buenos Aires expresó su repudio por el accionar del efectivo de la Metropolitana y criticó a la gobernadora bonaerense electa por haber “tratado de disimular la responsabilidad ante el accionar de esta fuerza policial, tergiversando los hechos, intentando convertir a la víctima en victimario. Este irreparable hecho de violencia no es aislado sino que refleja el accionar de la Metropolitana, que está muy lejos de ser una nueva fuerza moderna y eficiente, porque entre 2011 y 2015 se registraron 28 muertes a manos de efectivos policiales de esa ciudad. Ahora hay una nueva víctima de gatillo fácil y la vida de Lucas hoy pende de un hilo”, expresó el gremio en un comunicado.