SOCIEDAD › UNA LEY PORTEÑA REGLAMENTA LOS JUEGOS EN RED
Un límite para las pantallas
La norma prohíbe los juegos violentos, racistas o sexistas; los locales deberán estar a más de dos cuadras de edificios escolares y los menores de 12 años deberán ir con sus padres.
Los menores de 12 años deberán concurrir acompañados por un adulto; los juegos que hagan apología de la violencia estarán prohibidos, y los locales deberán estar a más de 200 metros de las escuelas. Estas son algunas de las medidas de la ley que sancionó el jueves la Legislatura porteña para regular el fenómeno creciente de los juegos en red: los locales donde se accede a juegos interconectados que, por entre uno y tres pesos la hora, permiten competir entre sí a varios jugadores. Los locales ya instalados tendrán 120 días para cumplir todos los requisitos. Luego habrá operativos que multarán y clausurarán comercios.
“No había normativa alguna sobre este tema, que crece cada día más, y hay una preocupación en aumento de los padres sobre dónde sus hijos pasan el tiempo”, argumentó la diputada Delia Bisutti, del ARI, autora del proyecto. La legisladora destacó que “ahora el Ejecutivo deberá decidir cuál será el organismo o la secretaría que se encargará de hacer cumplir la norma”.
La ley, sancionada en la última sesión de la Legislatura, también estipula que los monitores deberán estar a un metro, como mínimo, del asiento del jugador. Una medida considerada “ridícula” por algunos comerciantes: “Con las pantallas estándar, a esa distancia no se ve nada. Es una locura”, resumió Federico, encargado de un local de juegos de Lavalle al 500. Sobre el requisito de que los niños concurran acompañados de un mayor, explicó que “casi siempre los chicos vienen con los padres, los acompañan hasta acá y los dejan horas para ellos irse tranquilos”.
La iniciativa prohíbe las máquinas recreativas “que transmitan mensajes contrarios a los derechos reconocidos en la Constitución nacional y en la Constitución de la Ciudad, y/o los que contengan elementos racistas, sexistas, pornográficos, que hagan apología de la violencia o sean discriminatorios”, se resalta en la nueva legislación.
El punto que más interrogantes produjo en los comerciantes fue la falta de exactitud sobre cómo se considerará que un juego propone “apología de la violencia”. Por ahora, el único programa prohibido es “Carmaggedon” –donde gana quien más personas atropella con un vehículo virtual–, pero en los locales temen que no se permitan los entretenimientos de mayor éxito: “El GTA –donde el jugador es miembro de un grupo comando, dispara, pelea y asesina enemigos– es el que más chicos atrae, es ‘violento’ como cualquier otro juego que está en los locales tradicionales de videojuegos”, afirmaron en el local del microcentro porteño.
La normativa aprobada destaca que “se llevará un registro de juegos permitidos y se establecerán los programas que son aptos para el consumo de menores. Antes de poder ser utilizado en los locales, todo nuevo programa deberá ser comunicado a la autoridad de aplicación, la que será determinada por el Poder Ejecutivo porteño”, se puntualizó. Los legisladores suponen que del cumplimiento de esta ley se encargará la Subsecretaría de Control Comunal.
La legislación de la ciudad estipulaba que los salones de videojuegos y juegos en red debían estar a más de cien metros de escuelas, hospitales y templos religiosos. La nueva norma agrega una cuadra más, pero sólo de establecimientos educativos. También se establece que los locales deberán “contar con una iluminación que permita la adecuada visión de la totalidad de la superficie del mismo, evitando la existencia de zonas oscuras o iluminadas únicamente con tubos fluorescentes”.
La iniciativa también prohíbe la venta de bebidas alcohólicas y cigarrillos, la permanencia de menores de 18 años después de medianoche, obliga a tener sectores exclusivos para no fumadores y exige que todo comercio tenga carteles con advertencias sobre las consecuencias de estar expuesto por más de dos horas frente a un monitor de computadora: trastornos en la visión y dolor de cabeza.
Según el gobierno porteño, en la ciudad existen 2500 locales, desde locutorios hasta pequeñas salas de juego, que tienen instaladas computadoras. En el norte del Gran Buenos Aires, los partidos de Vicente López, San Isidro, San Fernando y Tigre reglamentaron en octubre último la misma actividad, con muchas similitudes a la norma aprobada en Capital. Las mayores diferencias residen en que, en territorio bonaerense, los menores de 18 años no pueden permanecer en los locales después de las 21 y se exige la instalación de filtros para que los menores no puedan acceder a páginas de Internet pornográficas.
Informe: Darío Aranda