El barco Esperanza de Greenpeace ancló ayer en el barrio porteño de Puerto Madero, después de una travesía que tuvo como misión generar conciencia del daño que provoca la destrucción de los bosques. Greenpeace denuncia que, pese a tener una ley de protección, la Argentina está entre los diez países que más destruyen los bosques en todo el mundo. De origen ruso polaco, el barco fue acondicionado y se hizo muy popular por su velocidad, que le permite interponerse entre las ballenas y los buques balleneros, no arroja nada al mar, compra local y orgánico, entre otras características que lo hacen ecológico. La nave permanecerá en Puerto Madero hasta mañana, para zarpar luego a su próxima misión con destino Sudáfrica.