Una mujer que ató a su hijo de 8 años a una silla durante 10 días como castigo fue detenida por orden de la Justicia en Santiago del Estero, que la imputó por “privación ilegítima de la libertad”. La mujer, de 43 años, argumentó que le impuso esa penitencia para evitar que el niño se escapara de la casa y se dirigiera al río Dulce con sus hermanos menores. Lo que se creyó en principio como una broma de mal gusto fue comprobado por agentes que a través de una ventana de la casa precaria del paraje La Dormida, a unos seis kilómetros de la ciudad de Loreto, detectaron al nene amarrado en su cintura a una silla. Cuando se comunicó la situación a la jueza penal de turno María Lucrecia Martínez Llanos, de inmediato se ordenó la detención de la madre y su traslado hacia la comisaría 1ª del Menor y la Mujer en la ciudad capital santiagueña. El nene atado cumplía el décimo día de las dos semanas que su madre le impuso como castigo. Asimismo, la Subsecretaría de la Niñez, Adolescencia y Familia local se hizo cargo de los otros dos niños que integran el grupo familiar, de 4 y 6 años, hasta que se resuelva la situación procesal de la madre.