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Con angustia, pero tratando de “no sobredimensionar” el caso, el jefe del Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, confirmó ayer que había sido alertado sobre un presunto intento para secuestrar a uno de sus dos hijos, que tienen 11 y 13 años. “En lo personal esto genera angustia, pero ya nos pusimos en contacto con el ministro de Justicia (Gustavo Beliz) para que se tomen todos los recaudos necesarios”, dijo ayer Ibarra en declaraciones a la prensa. Voceros del funcionario dijeron a Página/12 que el presunto intento de secuestro es investigado por el juez federal Jorge Urso, a partir de la denuncia que hizo un preso que está detenido en la cárcel de Neuquén y que se presentó ante la Justicia de esa provincia para alertar sobre el presunto plan. “Se dice que se habían realizado tareas de inteligencia para estudiar los movimientos de Ibarra y de su familia, pero por el momento no hay ningún otro indicio”, explicó a este diario una fuente cercana al jefe de Gobierno.
Ibarra confirmó ayer que había recibido una comunicación judicial generada a partir de una presentación que hizo el fiscal de Neuquén José María Darquier. La advertencia llegó a través de un interno de la Unidad Penitenciaria 9 de Neuquén identificado como Rubén Tenusi. De acuerdo con la información que recibió Ibarra, el preso dice haber escuchado una conversación mientras estaba alojado en el pabellón número 8. Otro detenido, cuyo nombre es mantenido en reserva, comentó ante varias personas que uno de los dos hijos de Ibarra iba a ser secuestrado por la misma banda que intervino en el caso del joven Cristian Schaerer, hijo de Juan Pedro “El Vasco” Schaerer, ex ministro de Salud de Corrientes y secretario privado del ex gobernador Raúl “Tato” Romero Feris.
En su breve contacto con la prensa, Ibarra admitió que había reaccionado “con angustia” al conocer la noticia, pero enseguida pidió que el tema se manejara con discreción. “Esto no hay que sobredimensionarlo ni tampoco hacer como que nada ha ocurrido”, manifestó Ibarra, quien tiene dos hijos de 11 y 13 años. Ni bien tomó conocimiento de la novedad, Ibarra mantuvo una reunión con el ministro Gustavo Beliz y con altos funcionarios de la Policía Federal. En el supuesto intento de secuestro se dio intervención al juez federal Jorge Urso. “Nadie puede saber si lo que comentó el preso es verdad, pero hay que tomar las previsiones del caso porque con estas cosas no se juega”, dijo una fuente allegada al jefe de Gobierno.
Ibarra vive en la zona de Villa Ortúzar y suele moverse sin custodia personal. “El trata de seguir en esa misma situación, sin la compañía de custodia alguna, pero sí se han tomado previsiones respecto de su familia, por decisión de las autoridades nacionales en materia de seguridad”. La notificación de la denuncia, recibida en Neuquén por el fiscal José María Darquier, fue denunciada ante el fiscal porteño Gerardo Pollicita. El preso escuchó que la banda “habría seguido los movimientos de Ibarra y de su familia, lo que hace suponer que el golpe era inminente”.
El joven Cristian Schaerer, de 21 años, fue secuestrado el 21 de septiembre cuando llegaba a su casa, en el barrio Las Tejas, a bordo de un Mercedes Benz. Los secuestradores se comunicaron con la familia y reclamaron el pago de 250 mil dólares. La primera semana de noviembre se hizo efectivo el rescate. La madre del joven, Pompeya Gómez, entregó 200 mil dólares en Ciudad del Este, Paraguay, pero hasta ahora el chico sigue sin aparecer. En el caso están detenidos el abogado Angel Barbieri y su pareja, Judith Alvarez, quienes ya fueron indagados por el fiscal Oscar Resoagli. En el caso hay 11 detenidos y otros cuatro fueron excarcelados, aunque siguen siendo investigados. A pesar de esos avances, el joven no aparece.