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El virus del zika llegó a Sudamérica en 2013, mientras en Brasil se disputaba la Copa Confederaciones; probablemente haya hecho su entrada a través de la Polinesia francesa, portado por hinchas de Tahití, de acuerdo con una investigación conjunta llevada adelante por la universidad de Oxford y el instituto brasileño Evandro Chagas. El estudio, publicado en la revista especializada Science, identificó un estrecho parentesco entre dos grupos de cepas: las aisladas en los países suda- mericanos donde se difundió el virus y las presentes en las islas del Pacífico.

Los datos analizados por el estudio indicaron que el comienzo de la difusión del virus podría haber coincidido con el arribo de personas llegadas desde Tahití para el comienzo del torneo, que se disputó durante junio de 2013 en estadios de Brasilia, Río de Janeiro, Recife, Belo Horizonte y Salvador.

Para comprender su origen y el recorrido realizado en Sudamérica por el zika, los investigadores analizaron el genoma del virus tomado de algunas personas afectadas en Brasil y lo compararon con el que estaba presente en Africa y Asia, las principales regiones de difusión.

Esos mapas genéticos lograron identificar la “firma” característica del virus en circulación en Brasil, y permitieron confirmar que su llegada se realizó desde la Polinesia Francesa en la segunda mitad de 2013. Esa fecha precede en más de un año a la fecha en la que las autoridades sanitarias identificaron la enfermedad, muy fácil de confundir con el dengue.

El informe señala que en aquellos meses había una explosión de zika en Tahití y señala que los portadores del virus ingresado en Brasil pueden haber sido hinchas que viajaron para ver los partidos de Copa Confederaciones de fútbol, en la que la isla polinesia participaba por primera vez en su historia.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre enero de 2007 y el 31 de marzo de este año el virus del zika fue detectado en 61 países. Argentina y Nueva Zelanda fueron los últimos territorios en los que comprobaron contagios de zika por transmisión sexual.

El virus, que es transmitido por el mosquito Aedes aegipty, al igual que el del dengue y el chikungunya, puede tener graves consecuencias para las embarazadas, y se lo vincula a la microcefalia registrada en más de 6500 bebés nacidos en la región desde que se comprobó el inicio del brote.