La manifestación por los cuarenta años del comienzo de la última dictadura cívico militar fue multitudinaria e histórica, cruzada por una cantidad de reclamos y consignas diferentes, adornada con banderas de todos los colores, poblada por decenas de agrupaciones y organizaciones, grandes y chicas, sociales, políticas y sindicales, peronistas, progresistas y de izquierda, familias, grupos de amigos y de compañeros de trabajo, obreros y estudiantes. Sin descuidar ese pluralismo, que le da a esta fecha un peso específico diferente, ayer fue el día en que el Frente para la Victoria volvió a ganar la calle, aportando la gran mayoría de los asistentes a la marcha, con varias columnas de decenas de miles de militantes encabezadas por dirigentes de primera línea.

Como había sucedido por última vez el 9 de diciembre pasado, en vísperas del final del mandato de Cristina Fernández de Kirchner, y muchas otras veces en los doce años anteriores, miles de personas que se referencian en ese gobierno coparon el centro de la ciudad de Buenos Aires desde un rato antes del mediodía con trapos, remeras y cantitos que evidenciaban su pertenencia política, marchando a la par de los organismos de derechos humanos que encabezaban la convocatoria. Entre todos ellos, más de veinte diputados nacionales, ex funcionarios, intendentes y ex intendentes, el ex candidato presidencial Daniel Scioli y el titular del Parlasur, Jorge Taiana, entre otros, participaban de la ceremonia.

Las columnas más numerosas pertenecían a La Cámpora, el Movimiento Evita y Nuevo Encuentro, pero también estuvieron presentes otras organizaciones como la Tupac Amaru, Descamisados, Kolina, Miles, el Peronismo Militante, Patria Grande y el Partido Solidario; sindicatos y centrales obreras, entre las que destacaba la CTA que conduce Hugo Yasky, que –en una imagen que evidencia los nuevos tiempos que corren– marchó junto a un sector de la CGT que responde a la conducción de Antonio Caló.

Algunos municipios bonaerenses llevaron sus propias banderas. El más numeroso fue La Matanza, que estuvo encabezado por la intendenta Verónica Magario y el ex jefe comunal y titular del PJ bonaerense, Fernando Espinoza. También hubo una nutrida representación de Resistiendo con Aguante, la comunidad virtual formada durante la campaña presidencial del año pasado.

La manifestación sirvió de excusa para algunos emparejamientos llamativos, como el que protagonizaron el ex jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el ex secretario de Comercio, Guillermo Moreno, compartiendo el escenario montado sobre un camión que trasladó a Hebe de Bonafini y la Asociación Madres de Plaza de Mayo. Por otra parte, bajo la bandera de Miles coincidieron el referente de esa organización, Luis D’Elía, el ex vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto y el dirigente de Quebracho Fernando Esteche.

Muchos dirigentes que marchaban con sus respectivas columnas decidieron dejarlas por un rato para mostrarse juntos, en una señal de unidad hacia el interior del peronismo y el Frente para la Victoria. Scioli, Espinoza, Taiana, el ex juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni, el senador Juan Manuel Abal Medina, los intendentes Magario, Gabriel Katopodis (San Martín), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Gustavo Menéndez (Merlo), el ex titular del Banco Central Alejandro Vanoli y diputados como Leonardo Grosso, Cristina Alvarez Rodríguez, conformaron una columna que ingresó por Diagonal Sur hasta la Plaza de Mayo, cerca del Evita.

“A cuarenta años del golpe seguimos reafirmando nuestro compromiso con la memoria, la verdad y la justicia”, manifestó Scioli a la prensa que cubría la manifestación. “Uno de los derechos humanos que más hay que defender y cuidar es el derecho al trabajo”, agregó el ex gobernador. Por su parte, Taiana llamó a “fortalecer la unidad del pueblo para recuperar el gobierno para las mayorías populares”. Grosso, en tanto, opinó que “con la unidad y con el pueblo en la calle” va a poder construirse “el país que soñaron muchos de los compañeros que hoy no están”.

Los dirigentes de La Cámpora, en tanto, acompañaron a la columna de esa organización. Sin la presencia de Máximo Kirchner, principal referente, el resto de la conducción tuvo asistencia perfecta: los diputados Eduardo de Pedro, Andrés Larroque, Axel Kicillof, Juan Cabandié y Mayra Mendoza; el ex titular de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, marchaban codo a codo a las decenas de miles de militantes con remeras y banderas que los identificaban como parte de ese espacio y se prestaban a selfies y abrazos cuando se las pedían.

El diputado provincial José Ottavis, parte de la mesa directiva de esa organización, sostuvo que la militancia se movilizó porque “no acepta que la convenzan que revisar el pasado no tiene sentido, no tolera que violenten la soberanía ni que le impongan los valores liberales”. Por su parte la referente camporista en la ciudad de La Plata, Florencia Saintout, destacó que “ya son muchos años de luchar contra la corriente de aquellos que querían el olvido, de aquellos que querían no preguntarse nunca más”.

La numerosa columna de Nuevo Encuentro también estuvo encabezada por sus principales referentes. El ex titular del Afsca, Martín Sabbatella, habló de “una fecha que siempre está atravesada por el contexto político, económico y social que vive el país” y dijo que hoy ese contexto es “muy malo para la democracia” por el “avance de los poderes concentrados sobre los sectores populares, arrasando derechos”.

Para Sabbatella, “este 24 se conmemora en un clima de ajuste, despidos, represión, violencia política y retracción de derechos”. Junto a él, el titular de la comisión de Derechos Humanos de la legislatura porteña, José Cruz Campagnoli, coincidió en que este año la movilización tuvo “una carga simbólica especial” ya que “interpela profundamente el contraste entre los doce años de gobierno de Néstor Kirchner y Cristina y las medidas que ha tomado Mauricio Macri en sus primeros cien días de gestión”.

Al frente de la columna del Partido Solidario, el diputado Carlos Heller denunció que “el gobierno nacional pretende recrear el modelo económico de Martínez de Hoz” aunque “los escenarios no son iguales y la situación del país no es la misma. En tanto que Itai Hagman, referente de Patria Grande, manifestó que “la movilización” por los cuarenta años del golpe “demuestra que el pueblo no está dispuesto a retroceder” y que “la memoria popular se mantiene vigente gracias al enorme esfuerzo de los organismos de derechos humanos, de las agrupaciones políticas y sociales y de los miles de ciudadanos y ciudadanas que se movilizan en todo el país”.