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Durante tres horas y media, los pasajeros de Aerolíneas y Austral se vieron afectados ayer por las demoras en los vuelos de esas compañías en el Aeroparque Metropolitano y en Ezeiza, como consecuencia de las asambleas realizadas por la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (APTA). El motivo: la reducción de personal que la empresa planea implementar en los despachos de vuelos. Las demoras se prolongaron desde las 6 hasta las 9.30, cuando un llamado del Ministerio de Trabajo provocó la reanudación del servicio: la empresa y el gremio acataron la conciliación obligatoria dispuesta por la cartera laboral, con la que la compañía debe dejar de lado la suspensión a 15 de sus empleados.
El lunes comenzarán las negociaciones entre la sociedad española Air Comet-Marsans, dueña de Aerolíneas y Austral, y el gremio que agrupa al personal técnico. El enfrentamiento se produjo cuando la compañía informó que reduciría al 50 por ciento el personal que realiza el despacho operativo de los vuelos, para reubicar empleados en otras áreas. La intención de la firma es cubrir sectores con mayor demanda en temporada alta.
El secretario adjunto de APTA, Juan Papalardo, sostuvo que esta medida “atenta contra la seguridad de los pasajeros”. Otra de las fuentes de conflicto es la suspensión de 15 empleados “que se negaron a trabajar más horas de las que corresponden a la jornada laboral”. La demora en los vuelos afectó a cientos de pasajeros que desde Aeroparque viajaban a Catamarca, Comodoro Rivadavia, Córdoba, Mar del Plata, Mendoza, San Luis y Tucumán. En Ezeiza, los vuelos demorados se dirigían a Santiago de Chile y Montevideo.