Las cinco muertes en la fiesta de música electrónica Time Warp encendieron la alarma de organizaciones de reducción de riesgos y daños en el mundo. Casi 30 de ellas suscribieron un documento conjunto en el que reclaman la implementación de esas políticas en el país.

El texto se propone acompañar a la organización Intercambios, entidad pionera en la reducción de daños en el país y en Latinoamérica, y aportar a la toma de conciencia en el debate abierto a partir de la tragedia de Costa Salguero. El documento plantea algunas reflexiones y propuestas sobre las acciones a realizar en los espacios de fiesta.

El documento señala que “el consumo lícito o ilícito de drogas es una realidad cambiante y que no dejará de existir. Es por ello que debe promoverse un trabajo orientado a minimizar los efectos perjudiciales para el individuo y para la sociedad”.

“Un enfoque de salud pública en materia de drogas debe reconocer la reducción de riesgos y daños como estrategia fundamental e integrada en todos los abordajes preventivos –advierte–. Con ello se adquiere una perspectiva más globalizadora de la prevención y se realiza una aproximación preferente sobre colectivos con mayor vulnerabilidad y en situación de riesgo.”

Aclara que “actuamos sobre ese 90 por ciento de consumidores que no tienen problemas graves derivados del consumo de drogas pero que demandan información para el cuidado de su salud física y mental y no desean abandonar el consumo”. El documento afirma que las experiencias existentes en otros países indican “que la población consumidora se preocupa e interesa en la protección de su salud”.

También remarca que “los servicios de análisis de sustancias son posibles y necesarios en el marco de políticas de drogas con un enfoque de salud pública, para que la persona consumidora pueda contar con una orientación sobre la composición de las drogas que va a tomar y que esa información le sirva para adoptar las precauciones necesarias. La puesta en marcha de estos servicios requiere de la suma de voluntades de administraciones, ONG y sector ocio”.

Sin embargo, recalca que “la reducción de riesgos no se limita a las acciones sobre el consumo de drogas como brindar información objetiva y útil para la protección de la salud de las personas que usan drogas, realizar análisis de sustancias, generar alertas tempranas, contar con zonas de recuperación, etc. También implica la reglamentación de los espectáculos, de los servicios de atención sanitaria en las fiestas, del control del aforo, del acceso a hidratación y alimentación, la actualización en conocimientos del sector salud, la actualización normativa, el involucramiento de lo/as empresario/as de los espectáculos, entre otros aspectos.”

Al respecto, la presidenta de Intercambios, Graciela Touzé, manifestó que “esperamos que este llamado de la sociedad civil internacional llegue a quienes tienen la responsabilidad y los medios para que este tipo de tragedias no vuelvan a suceder”.