Jueves, 21 de julio de 2016 | Hoy
SOCIEDAD › A CUATRO DE CADA DIEZ PERSONAS LES PARECE INAPROPIADO VER A UNA MUJER DANDO TETA A SU BEBé
Según un informe para la Liga de La Leche Argentina, el 30 por ciento de los hombres se siente incómodo al ver a una madre que le da el pecho a su bebé en público. Crece la convocatoria a un “piquetetazo” en repudio al caso de los policías de San Isidro.
Por Horacio Cecchi
Acaso ¿podría decirse que la tremenda angustia por la que pasaron Coni Santos y su bebé en San Isidro, cuando dos mujeres policías le prohibieron amamantarlo, y dos policías varones se burlaron de ella, fue una cuestión de azar, se podrá decir que tuvo mala leche (para aplicar un término ad hoc)? Un informe realizado para la ong especializada en lactancia materna Liga de La Leche Argentina discute por utópica esa suposición: tres de cada diez argentinos (sí, hombres) se sienten incómodos al ver cerca una mujer amamantando un bebé. Y a dos de cada diez mujeres les pasa lo mismo. Casi la mitad de la población, el 40 por ciento, siente que es inapropiado que una mujer amamante en público. Cuando este cronista se comunicó con una representante de la LLLA, lo primero que escuchó fue que “agradecemos lo sucedido porque puso en escena las dificultades de los argentinos para entender lo que representa amamantar”. El fenómeno del #Piquetetazo ya excedió los límites de San Isidro: en casi un centenar de plazas públicas replicarán en solidaridad el reclamo de la joven madre. Incluso, se multiplicó con adhesiones desde Barcelona, Lima y Santiago de Chile. Como toda lupa censora, la prohibición policial puso en foco lo que intentaba ocultar.
Un mensaje fue distribuido en relación a lo ocurrido a la joven madre Coni Santos y su bebé. Es curioso el encabezamiento que abre el texto. Dice: “La lactancia es un derecho. Informar, nuestra responsabilidad”. Corresponde a una gacetilla del departamento de Prensa del Ministerio de Seguridad bonaerense. Y fue tomado del muro de Cristian Ritondo, titular del MS. La gacetilla se refiere a la reacción medieval (el término no le pertenece) de “dos integrantes de la Policía Local de San Isidro” que en forma prepotente prohibieron a la joven madre amamantar a su bebé en una plaza pública. Ritondo anunció que les “abrió un sumario administrativo”. Pero repite la misma vara censora que dice castigar: ordenó investigar a las dos policías mujeres y no dice nada sobre los dos varones que se burlaron de la madre.
Alguna clave se puede encontrar en el mismo muro del ministro, tres posteos más abajo: Ritondo subió un video titulado “Una policía más preparada te cuida mejor”. En las imágenes aparecen dos mujeres uniformadas atendiendo muy amablemente a una mujer, también a un niño. Conclusión, o bien en San Isidro no hubo tal preparación, o bien el video no fue distribuido en la Bonaerense a tiempo, lo que puede suponerse ya que el video fue subido el 18 de julio, seis días después de la violencia institucional y de género contra madre e hijo.
Por qué no pensar que las y los uniformados forman parte de la pacatería social, de la cual, según el informe de la consultora Voices realizado para la Liga de La Leche Argentina, el 43 por ciento de los hombres y el 36 por ciento de las mujeres consideran inapropiada la lactancia en público. El informe también cita que el 34 por ciento de la población argentina considera que no es apropiado mostrar a mujeres amamantando a sus bebés en programas televisivos. La moral de las productoras de tevé es tal que pasan por encima al rating y consideran más determinante la molestia del 34 por ciento de la sociedad en lugar de considerar la ausencia de incomodidad de parte del 66.
El rechazo al amamantamiento en público es mayor en las grandes ciudades: en la CABA trepa al 44 por ciento, contra un 20 por ciento en el GBA y 27 por ciento en interior.
El informe además revela el profundo desconocimiento que existe alrededor de la cuestión del amamantamiento. Se desconoce que la OMS recomienda amamantar hasta los 24 meses (el 39 por ciento considera que a la mayoría le resulta inapropiado dar la teta a bebés que caminan). Se desconoce que un bebé alimentado sólo con leche de fórmula tiene más posibilidades de enfermarse, y le asignan a este tipo de leche atributos que no tiene y que son propios de la leche materna (la mitad de los argentinos está convencido de esto).
Berenice Alvarado, madre voluntaria de LLLA, dijo a Página/12 que la crítica moral a amamantar en público “quizás se debe a la percepción de los senos de la mujer como un objeto erótico más que al acto de alimentar al bebé. Esto se debe a que desde que se implementó la leche industrializada, mal llamada maternizada, a mediados del siglo pasado, comenzó a abrirse una brecha generacional porque las madres empezaron a dejar de amamantar a sus bebés.” En esto la revolución femenina contribuyó, “no porque hubiera llevado a que dejaran de amamantar sino porque las empresas encontraron un nicho de mercado perfecto –explicó la voluntaria de LLLA–. Los médicos, que no son formados en lactancia, y tienen la presión de las farmacéuticas, empezaron a cortar con hormonas la leche que podían generar las madres. Las madres, entonces, empezaron a cumplir un doble rol porque trabajaban y además cuidaban a los hijos en lugar de compartir. Porque además, casi todas las madres quieren amamantar a sus bebés, pero no hay un contexto que las ampare. Los médicos no están instruidos; si quieren ir a trabajar no hay un entorno que les facilite sacarse leche para dejar en la casa. La recomendación mundial es lactancia exclusiva hasta los seis meses. ¿Cómo hace una mamá si tiene que ir a trabajar?”.
Según Alvarado, “los estudios científicos demuestran que los resultados del dejar de amamantar tuvo consecuencias terribles, porque la lactancia materna previene enfermedades en la primera infancia, en la salud en la adultez, y para la madre que amamanta también. Ni hablar del desarrollo emocional, la seguridad que le brinda al bebé.”
La LLLA se solidarizó con Coni Santos, y agradeció la difusión que tuvo porque permite poner en escena la seria dificultad pacata. En este sentido, y para ampliar a otras jurisdicciones la propuesta a cumplir de Ritondo –la de la policía preparada que cuida mejor–, es que casi un centenar de plazas en todo el país serán escenario este sábado del #Piquetetazo.
La lista en ampliación permanente reunida por este diario aquí y allá para el sábado: San Isidro; en CABA, Parque Rivadavia y Obelisco (estaba en ciernes Saavedra); Alta Gracia, Bariloche, Bolívar, Cañuelas, Capilla del Monte, Carlos Paz, Córdoba, Cosquín, Escobar, General Roca, Goya, Hurlingham, Jujuy, Junín, Lanús, La Plata, Lomas de Zamora, Longchamps, Mar del Plata, Mendoza, Neuquén, 9 de Julio, Pergamino, Pilar, Pinamar, Posadas, Puerto Iguazú, Quilmes, Ramos Mejía, Resistencia, Río Gallegos, Rojas, Rosario, Salta, San Clemente, San Juan, San Luis, San Justo, San Martín, San Miguel, San Pedro, Santa Fe, Santa Rosa, Santiago del Estero, Tandil, Trelew, Tucumán, Viedma, Zárate,
La lista sigue abierta a tantas plazas como madres con bebés haya en el país y se viralizó en el exterior. Una medida es la atención que le dio la agencia francesa AFP, que tituló un cable como “Insólita protesta en Argentina por mujer discriminada al amamantar”. Para el terruño, lo insólito es la discriminación medieval.
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