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Los custodios del camión de caudales vieron acercarse a dos hombres con uniforme de prefectura. Desconfiaron y le dieron voz de alto, pero los uniformados se acercaron más y apuntaron. Luego sobrevino el tiroteo, la persecución y otro enfrentamiento, que finalizó con la detención de cuatro personas, entre ellos un oficial de la Prefectura y un exonerado de la misma fuerza. El hecho se produjo ayer en la localidad bonaerense de Don Torcuato y, sobre el episodio, el ministro de Seguridad de Buenos Aires, Raúl Rivara, confirmó que, en la mayoría de los asaltos tipo comando, la bonaerense tiene competencia: “La logística es aportada por alguien que traicionando a su institución participa del hecho, como puede ser personal de algunas fuerzas de seguridad nacional o de la policía provincial”, admitió.
Aunque ayer a la noche aún no había sido reconocido oficialmente –explicaban que “se están averiguando los antecedentes de los presos”–, fuentes de la investigación confirmaron que del hecho participaron un efectivo de Prefectura en actividad y un oficial principal exonerado en 2001 por tener un auto mellizo.
Además, detuvieron otras dos personas. Los cuatro ladrones tenían heridas de bala, todos están fuera de peligro y ayer a la noche habían sido dados de alta del hospital local. Todos están alojados en la UFI de San Isidro. “Detuvimos a la mitad de la banda”, explicó el comisario mayor Rubén Cabrera, de la Jefatura Departamental del mismo partido.
El episodio ocurrió cerca de las 2 de ayer, cuando un grupo comando integrado por entre ocho y diez personas asaltó uno de los dos camiones de caudales estacionados frente al hipermercado Easy, en el cruce de las rutas Panamericana y 202, en Don Torcuato. Según explicó el jefe policial, los delincuentes llevaban puestos uniformes “similares a los que utiliza la Prefectura”.
El primer tiroteo fue con los custodias del blindado. Luego se sumó una patrulla de la policía local y comenzó la persecución que finalizó con un nuevo enfrentamiento a la altura del peaje Zárate-Campana. “La banda de asaltantes se dividió en dos o tres grupos para enfrentarse a los policías, tanto del área vial de la autopista Panamericana como del Comando de Patrullas de Tigre”, resaltó el comisario Cabrera.
El grupo comando había irrumpido simultáneamente por dos sectores del estacionamiento del hipermercado, encerró a los serenos y se enfrentó con los custodios cuando éstos ya habían cargado dinero y estaban por retirarse del lugar. Para el comisario, el despliegue de la banda indica que se trató de un “hecho planificado con tareas previas de inteligencia”.
Sobre las armas secuestradas, Cabrera explicó que algunas fueron halladas “dentro de una camioneta que abandonaron los delincuentes luego del primer enfrentamiento”, mientras que otras fueron arrojadas en la Panamericana por los delincuentes que escaparon. Según el jefe policial, los delincuentes “estaban dispuestos a todo o nada” y “preparados para cometer una seguidilla de este tipo de delitos”. Entre los secuestrados hay tres fusiles FAL, tres ametralladoras, pistolas automáticas, revólveres, escopetas, chalecos antibalas y gran cantidad de municiones.