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Mercedes Aragonés está bajo la amenaza de un frente judicial que podría precipitar su caída. En el fuero federal de Santiago del Estero se acumulan papeles, documentos y nuevas causas contra la gobernadora que aún da batalla con reacciones profundamente temerarias. Hace una semana se comunicó con el jefe de la ANSeS de la provincia, lo llamó “turco piojoso” y a continuación le exigió sin delicadezas que retirara una denuncia contra ella por defraudación al Estado. Juan Manuel Baracat, el hombre de la ANSeS, no se cuadró. Hizo pública la amenaza, los escandaletes del caso se conocieron a nivel nacional y la jefa política de Santiago recibió una nueva denuncia, esta vez por coacción agravada. Página/12 publica ahora un nuevo capítulo de esa saga: dos cartas documento firmadas de puño y letra, una por la gobernadora y otra por su esposo, el ex poderoso caudillo de la provincia, el doctor Carlos Juárez. Esta vez intiman al jefe del organismo nacional a que “rectifique” en “el perentorio e improrrogable plazo de 24 horas” las acusaciones contra la funcionaria.
La carta documento podría leerse como un capítulo más de la historia de un territorio cada vez más parecido a Macondo. El problema, sin embargo, es que lo que sucede en Santiago del Estero está dramáticamente corrido de la ficción. Mercedes Aragonés, La Nina, parece dispuesta a defender a capa y espada un espacio de poder profundamente resquebrajado en las últimas horas.
La carta documento que le mandó a Baracat lleva el membrete del Correo Argentino, fecha del 2 de febrero de 2004 y su firma extendida y temblorosa al pie de página. “Intimo a UD. –le dice– en el perentorio e improrrogable plazo de 24 horas de recibida la presente a que rectifique los términos vertidos en ocasión del reportaje por usted concedido a radio FM Exclusiva de esta Ciudad”, en el que Baracat denunciaba la ristra de improperios pronunciados por la señora gobernadora a su persona cuando dejó en el juzgado federal la denuncia por defraudación al Estado. La causa ANSeS contra La Nina incluye a funcionarios del gobierno provincial, diputados y hombres del Poder Judicial por una estafa al fisco por más de 20 millones de pesos.
Para La Nina, las manifestaciones de Baracat fueron “expresiones de carácter agraviantes hacia mi persona e investidura” hechas de forma “maliciosa y temeraria”. Y al final advierte que de lo contrario, “hágole saber quedará expedita la vía para iniciar las acciones legales”.
Por una nota de similares características, hace casi un año, tuvo que renunciar el ministro de Gobierno de la provincia. En ese caso, el ministro exigía una “rectificación” a quienes habían denunciado irreguralidades en la entrega de Planes Jefas y Jefes de Hogar. La carta se hizo pública, el ministro abandonó su cargo y el antecedente puso en evidencia uno de los mecanismos de la política del gobierno de Santiago.
En este caso, la carta de La Nina no apunta sobre la denuncia por estafa al Estado nacional. Pero ésa es la cuestión que está de fondo.
“Lo tomé como una intimidación. A través de ese medio, ellos están intentando coaccionarme para que baje la denuncia por amenazas. Como manejan la Justicia local, me advierten que me pueden hacer una causa por calumnias e injurias”, dijo Baracat a Página/12.
La causa por amenazas agravadas tramita en el fuero federal, el ámbito que tiene en manos el destino inmediato de la jefa de gobierno. Angel de Jesús Toledo, el único juez federal de Santiago, tiene además la causa de la ANSeS y, como si fuera poco, también debe pronunciarse en el caso del diputado José Figueroa, que denunció a la gobernadora como autora ideológica de intento de homicidio y del delito de agresión en banda. Las definiciones sobre estas causas no demorarán demasiado. Una fuente del juzgado con vinculación directa a la investigación consideró, en diálogocon este diario, que existen elementos de prueba suficientes y que “la gobernadora podría ser indagada antes de treinta días”.
El jefe de la ANSeS, en tanto, sospecha que todas las causas podrían confluir en lo que, en derecho, se define como concurso real: “Es cuando una persona comente distintos delitos, independientes entre sí”. En ese caso, dice, las pruebas de la ANSeS serían clave: “Por mí ella va a tener coacción agravada y defraudación contra el Estado nacional”, dijo Baracat. Sólo por estas denuncias al funcionario le llegaron primero las amenazas, después la carta documento y hace una semana, un intento de secuestro. Como si fuera poco, el viernes pasado tuvo que escaparse de Santiago. Alguien le avisó que una delegación de la Secretaría de Informaciones de la provincia estaba a punto de ir a buscarlo. Hasta ayer, el funcionario estuvo refugiado en la ciudad de Frías. Aun así se siente inseguro: “No salgo ni a la esquina, tengo miedo. Es que me voy a trasformar en el autor de la caída de este gobierno.”