SOCIEDAD › EL JUEZ REVOCO LA PREVENTIVA DE CARRASCOSA Y SEPARO AL FISCAL
Guerra total en el caso María Marta
La interna judicial en torno de García Belsunce llegó al máximo.Barroetaveña levantó la prisión del viudo y sacó de la causa a Molina Pico, que apelará. La Corte mandó a investigar al juez.
Por Raúl Kollmann
Se veía venir: el caso García Belsunce derivó ayer en un choque a gran escala en el que el juez echó al fiscal; los fiscales quieren echar al juez, los camaristas están agazapados y listos para intervenir y hasta la Suprema Corte bonaerense puso en marcha un proceso que puede terminar o no en una sanción al juez. En el fondo, lo que estalló ayer es que el juez Diego Barroetaveña cree que no hay pruebas contra el viudo Carlos Carrascosa, le revocó la prisión preventiva y salió a la cancha contra el fiscal Diego Molina Pico, quien está convencido de que el viudo mató a María Marta por una cuestión de dinero del narcotráfico y, además, deja entrever permanentemente que el magistrado es parcial y juega con los García Belsunce. Toda esta controversia tendrá a partir de ahora dos escenarios. Uno, la Cámara de Apelaciones de San Isidro dirá si hay pruebas o no contra Carrascosa y si Molina Pico es apartado o se queda en el caso. El escenario dos será la Corte Suprema, que dentro de aproximadamente diez días resolverá si corresponde abrirle un jury de enjuiciamiento al juez Barroetaveña.
Hasta ayer, Carlos Carrascosa estaba imputado por el asesinato de su esposa y con prisión preventiva, aunque morigerada, lo que significó que se la pasaba muy tranquilo en un country. De todos modos, sigue procesado. La Cámara, la Casación y hasta la Corte dijeron que esa morigeración no corresponde porque el delito del que se lo acusa es de los más graves, por lo que el viudo debía ser detenido. En una actuación más que polémica, Barroetaveña fue dilatando la detención porque en el fondo opina que las pruebas contra Carrascosa no son sólidas y que incluso las presentadas en su momento resultaron falsas o están cuestionadas.
Con esa óptica, ayer el juez directamente revocó la prisión preventiva, con lo que Carrascosa no irá preso por ahora. La cuestión de fondo, es decir si existen o no pruebas para acusar al viudo, deberá entonces ser resuelta por la Cámara.
Las dos posturas en disputa son las siguientes:
- El fiscal Molina Pico dice que Carrascosa mató a su mujer a raíz de una pelea por dinero proveniente del narcotráfico. Sobre este último punto, las evidencias que aportó son más bien débiles y no se compadecen con las recolectadas por otros dos jueces en la investigación del Cartel de Juárez. Sin embargo, lo fuerte de la acusación de Molina Pico está en los indicios sobre la forma en que –según asegura– se intentó tapar el crimen: el fiscal sostiene que el viudo no pudo confundir la muerte de MM con un accidente, que le pagaron al menos a un médico para que dijera que todo fue una caída, ocultaron el famoso pituto y gestionaron un certificado de defunción falso.
- La familia García Belsunce, en cambio, sostiene que Carrascosa no tuvo que ver con el crimen y que aquel domingo entraron a robar a la casa de los Carrascosa un vecino del country Carmel, Nicolás Pachelo, y dos o tres integrantes de la vigilancia del country. Eran tiempos del corralito, existía la leyenda de que Carrascosa tenía mucho dinero en su casa y MM regresó más temprano de lo previsto de un partido de tenis. Cuando se encontró a los ladrones en la casa, como los conocía a todos, la mataron. Desde hace casi un año, Barroetaveña le viene insistiendo a Molina Pico que investigue esta última hipótesis, pero el fiscal sostiene que no tiene fundamento.
En ese marco, ayer el juez revocó la prisión preventiva de Carrascosa porque considera que dos pruebas clave en su contra están cuestionadas o son directamente falsas.
- Se dijo que a MM le habían puesto pegamento en la cabeza para taparle los orificios de bala y que no se notaran, de manera que todo pasara por un accidente. La defensa de Carrascosa aportó la declaración de los peritos, que negaron que haya existido pegamento en la cabeza de MM, pero Molina Pico no quiso admitir esos testimonios. El juez entonces evaluó que esa prueba, la del pegamento, se cayó.
- La concesionaria del bar del Carmel y un mozo declararon que atendieron a Carrascosa aquel domingo, minutos después del crimen. Supuestamente fue allí para disimular. Pero el viudo había declarado ante la Justicia que nunca estuvo en el bar y que se la pasó viendo fútbol –Boca-River, Rosario Central-Independiente– en casa de su cuñado. Las imágenes de la cámara de video de la entrada del country demostraron, con un año de atraso, que el mozo llegó al country mucho después de la hora en que dijo que atendió a Carrascosa y lo propio ocurre con la dueña del bar.
Como Barroetaveña dice que se basó en esos elementos para dictar la prisión preventiva, ahora revoca esa decisión porque considera que las pruebas se cayeron.
Por supuesto que por lo bajo las acusaciones son cruzadas. Los partidarios del fiscal dicen que el juez juega para los García Belsunce y hasta lo acusan de corrupción. En el contraataque, los García Belsunce aseguran que Molina Pico sólo investiga la pista Carrascosa porque si resulta que el culpable es otro quedarían evidenciadas sus gravísimas irregularidades y falencias con lo que se le cortaría la carrera. En el medio de tanta controversia, lo cierto es que los restos de María Marta descansan en la Recoleta y la pesquisa real sobre quién la mató está paralizada por los enfrentamientos.