EL PAíS › DOS ALTOS JEFES DE LA POLICIA FEDERAL PIDIERON SU RETIRO
Renunciando antes de ser despedido
Son el jefe de Delitos Complejos y su segundo. Sablich estaba molesto porque el Gobierno no defendió a los federales acusados en el caso Blumberg. Beliz dijo que el retiro ya era un hecho.
Por Horacio Cecchi
Ayer, sorpresivamente para algunos y no tanto para otros, el comisario inspector Carlos Sablich, jefe del Departamento de Delitos Complejos de la Federal, pidió el pase a retiro. Sablich adujo que tomó la decisión por “motivos personales”. Allegados al ahora comisario retirado señalaron a este diario la molestia que había generado el affaire Schettino (segundo de Sablich), detenido a pedido del ex fiscal del caso Blumberg, Jorge Sica, y especialmente que el gobierno nacional no hubiera salido en su defensa. Horas después trascendió que otro comisario subordinado a Sablich, Miguel Colombo, también había pedido el retiro. El ministro de Justicia Gustavo Beliz sostuvo que “(Sablich) se habrá anticipado a la decisión, porque ya estaba decidido su pase a disponibilidad”.
“Motivos personales, que cada uno lo lea como quiera”, dijo escuetamente Carlos Sablich a Página/12. También aclaró que el pedido de retiro de Colombo se debe “a razones muy distintas a las mías; tiene problemas familiares muy serios y ya había pedido el retiro hace unos días”. Si Colombo tenía razones muy distintas, Sablich dejó abierta a la lectura sus propias motivaciones personales. Y en ese marco, será muy difícil de separar el pedido de retiro de la situación en que quedó inmersa la cúpula de Investigaciones de la Federal, como derivación del caso Blumberg y del tira y afloje subterráneo entre Sica y el gobierno nacional.
Habrá que recordar que el 22 de marzo pasado, Axel Blumberg fue asesinado por sus secuestradores. Al día siguiente, su cuerpo fue hallado en un descampado de La Reja. El 24 apareció incendiado el Volkswagen Passat desde el que parte de la banda se había tiroteado con hombres de la Bonaerense y la SIDE. El jueves 25, el reducidor de autos Jorge Sagorsky (detenido por el caso) llamó al subcomisario de la seccional 23ª de Palermo, Daniel Gravinia. Página/12 tuvo acceso a la desgrabación de la conversación y la publicó en la edición de ayer. En ella, Sagorsky le ofrecía a Gravinia el mismo Passat que según el reducidor la banda le había ofrecido para desprenderse de él. Subcomisario y reducidor arreglaron para pasar a ver el auto el domingo (al aguantadero del Oso Peralta). Apenas cortó, Gravinia llamó a Schettino. La conversación también fue grabada: allí Schettino le dijo que debía ser antes del domingo. Gravinia volvió a llamar a Sagorsky y ambos arreglaron para adelantar el encuentro para el viernes 26.
Sagorsky fue detenido por Sica. Gravinia recién se enteró el martes. Beliz le ordenó tras una reunión que denunciara el hecho a Sica. Y Sica consideró que había encubierto a la banda desde el 25 hasta el 31, y ordenó su detención el Jueves Santo.
El 11 de abril, el Gobierno desplazó de la Superintendencia de Investigaciones a Jorge “El Fino” Palacios porque en una escucha anterior, no relacionada al caso Blumberg pero sí vinculada al negocio del desguace de autos, el Fino aparecía hablando nada menos que con Sagorsky. Y el 20 directamente le dio la baja. Unos días antes, el 15 de abril, Schettino fue detenido por orden de Sica, quien consideró que desde el 25 estaba enterado del llamado de Sagorsky.
Entre los federales la noticia cayó como un balde de hielo. Especialmente en el entorno de Sablich: Schettino era su hombre de confianza en Delitos Complejos. En ese momento aseguraban que la interna lleva ya un tiempo. En diciembre pasado, el propio Sablich por orden del fiscal viajó hasta Córdoba en busca del Oso Peralta, vinculado al secuestro de Ana Nordmann. Sablich no lo pudo hallar, pero entregó los datos a la policía de Córdoba con los que meses después se logró la detención. “Sica decía que cubríamos al Oso”, señalaron los federales.
Y más aún. “Que Gravinia esté en el negocio del desguace, no sé”, dicen en Delitos Complejos. “Pero de Schettino que digan lo que quieran, todo menos que es chorro. El Gobierno en lugar de salir a defenderlo, se vino con una actitud agreta”. Schettino y Gravinia fueron liberados por falta de pruebas aunque siguen investigados y en disponibilidad. Por su lado, el Fino Palacios fue desplazado por el Gobierno y luego mandado a retiro por orden presidencial. Néstor Kirchner, además, pidió los legajos de los 50 principales comisarios de la Federal para analizarlos.
En la estructura policial, de la Superintendencia de Investigaciones Complejas depende el Departamento de Delitos Complejos. A su vez, de éste dependen las divisiones de Investigaciones de Delitos Complejos y de Antisecuestros. La Superintendencia era conducida por el Fino. El Departamento, por Sablich, quien había sido ascendido al cargo el año pasado por el propio Beliz. Antes era el jefe de la División de Delitos Complejos, cargo en el que fue designado Miguel Colombo. En Antisecuestros fue colocado Schettino, mano derecha y hombre de confianza de Sablich.
En menos de dos semanas, todo ese organigrama, prácticamente la plana mayor de Investigaciones Complejas, quedó desmantelado. El 11 de abril lo fueron a Palacios. El 15, Antisecuestros se quedó sin jefe. Delitos Complejos también con la renuncia de Colombo. El broche final lo puso Sablich, dejando vacante el Departamento de Delitos Complejos.
“Que lo lean como quieran”, había dicho Sablich. La lectura del Gobierno no se hizo esperar. “Se anticiparon –dijo Beliz–. Ya estaba firmado el pase a disponibilidad.”