SOCIEDAD › EL GOBIERNO CALCULO LOS INGRESOS EN MIL MILLONES DE PESOS
Las Felices Pascuas del turismo
El aluvión turístico en todo el país durante el fin de semana largo generó un ingreso record al sector. Ayer, el regreso a Capital Federal fue tranquilo, sin las demoras de la partida.
“Mucho mais barato, mucho mais barato”, decía el brasileño, la felicidad desbordando por sus ojos, y por sus bolsillos, ya de regreso de Mar del Plata rumbo a San Pablo. No fue el único que festejó. Además del aluvión de turistas extranjeros (especialmente chilenos, uruguayos y brasileños), y del súper aluvión de argentinos en todos los centros turísticos del país, los operadores, eufóricos, sumaban plazas ocupadas y sacaban números, en lo que todos aseguran, fue la cifra record de las semanas santas de los últimos años. Entretanto, el retorno a la Capital a través de las autopistas fue fluido y sin escabrosos tapones, como los que se había formado en las rutas el Jueves Santo. Bariloche, Mendoza, Río Gallegos, Puerto Iguazú, Córdoba y Mar del Plata fueron las localidades preferidas que estuvieron al borde de agotar localidades. En Salta, el aluvión fue tal que las autoridades debieron dar albergue hasta en los moteles alojamiento. Entre los exultantes, el secretario de Turismo, Daniel Scioli, aseguró ayer que el movimiento había dejado mil millones de pesos, mil millones de dólares de la vieja estampa o unos 333 mil al valor del cierre del miércoles.
“Este fin de semana largo fue un éxito rotundo –aseguró Scioli–. Lo que ahora nos alienta a seguir trabajando de esta manera tanto la Nación como las provincias y los municipios para potenciar al máximo todo nuestro desarrollo para generar empleo e ingresar divisas para el país.” Además de soltar la cifra de mil millones de pesos ingresados durante el fin de semana largo, estimó que el 2002 dará “un superávit de 1500 millones de dólares, a diferencia del año pasado, donde se produjo un déficit de 2000 millones. Por primera vez en muchos años ingresarán más dólares de los que salieron, y con perspectivas de seguir creciendo”.
Las cifras fueron largamente esperadas por el vapuleado sector del turismo. La Argentina exportadora, del peso devaluado y la industria destrozada, salió a vender lo poco que le queda, que son sus paisajes, a los que viene adosada su estructura turística, aunque lo que realmente tentó a los extranjeros fueron los precios baratos en relación en el dólar.
“Fueron varias las cuestiones que influyeron –señaló Carlos Piglia, del Ente de Turismo marplatense–. Con lo que pasó en diciembre y enero, fueron muchísimos los que habían suspendido sus vacaciones. Este año, la temporada tuvo un comienzo tardío. Y en febrero quedó la sensación de que mucha gente se iba a tomar una revancha. A esto hay que sumarle la devaluación, que hace muy baratos nuestros precios a nivel internacional. Y que esta Semana Santa tuvo un día más, con lo que mucha gente del interior del país se animó a viajar.”
Según estimó Piglia, de las 54 mil plazas hoteleras de Mar del Plata, se ocupó casi la totalidad y los cálculos previos establecen que alrededor de 200 mil turistas visitaron la ciudad atlántica. En Bariloche, otro de los centros que desbordó sus capacidades, alrededor de 16 mil personas ingresaron a la ciudad andina. “Recibimos un porcentaje muy alto de turistas chilenos –dijo Sebastián Dinardo, secretario de Turismo–. Históricamente, el 90 por ciento es turismo nacional y el 10 por ciento, chileno. Pero ya en febrero, los turistas chilenos llegaron al 26 por ciento, y en Semana Santa se debe haber mantenido en ese orden. Hubo también mucha gente de Uruguay, porque ellos tienen toda la semana feriado, y nosotros hemos hecho promoción allá. Para los extranjeros es mucha la diferencia: una habitación de un hotel cinco estrellas costaba 150 dólares hace 6 meses, y hoy para el extranjero cuesta la mitad o menos.” El jueves pasado, por la noche, la capacidad hotelera de Bariloche estaba tan saturada que alrededor de un centenar de personas se concentró en el Centro Cívico demandando albergue. “Hubo que salir a buscar en casas de familia”, expresó Dinardo.
Mendoza fue literalmente tomada por chilenos. “Llegaron más de 41 mil turistas, de los cuales la mitad vino de Chile”, dijo el subsecretario del área, Gabriel Fidel. Generaron ingresos por 30 millones de pesos. Río Gallegos, en Santa Cruz, recibió a unos cinco mil turistas, cifra que nose alcanzaba desde hacía una década. En el otro extremo, Puerto Iguazú recibió a unas 20 mil personas, y hubo que habilitar 200 casas de familia para alojar visitantes. En Córdoba estiman haber recibido a más de medio millón de turistas, especialmente en las localidades de Villa Carlos Paz, Villa General Belgrano y Mina Clavero, entre otras ciudades de las serranías. En Salta, las cifras provocaron un hecho inédito: fue tanta la afluencia turística que las autoridades debieron habilitar moteles alojamiento como circunstanciales albergues.
Finalizada la Semana Santa larga, el retorno tuvo sus bemoles. Pasajes agotados, trenes repletos, aviones atestados. Las autopistas a la Costa Atlántica, que el Jueves Santo fueron escenario de inmensos tapones y marchas a paso de hombre, especialmente en el peaje de Hudson, donde la empresa Coviares debió levantar en repetidas ocasiones las barreras para dar pase libre, ayer no pasaron sobresaltos. A las 9 de la noche, en el peaje de Samborombóm se registraba el paso de 2600 vehículos por hora, y nada indicaba que fueran a superarse los 3 mil de capacidad. A esa hora, en Hudson, las marcas distaban de aquellas del Jueves Santo.